jueves, 7 de enero de 2021

UNA MAÑANA CON CHOLIN

 


Hay personas que tienen características tales, que no permiten que la persona que está a su lado no se aburra o simplemente no lo aguanten. Así es ufff hace 50 años que lo conozco y casi la mitad de ellos, lo he visto al menos una vez a la semana. Sin embrago me sale cada cosa,  que hay que compartirlo.



Quedamos a las 9 de la mañana en encontrarnos para hacer unas gestiones bancarias para nuestra promo. Como cualquier viernes, el tráfico estaba que reventaba y por ello me demoré un poco más. Conociéndolo lo llamé para decirle que me iba a demorar un poco más y él me envió un correo electrónico. Al llegar a una cuadra de su casa (cuantas veces he ido) y por la ruma de años que uno tiene, me confundí y entre una cuadra paralela donde las casas son casi iguales a las de él, me paré frente a la casa y toque el timbre. Mientras me atendían pensé: que bien a pintado la casa, está más remozada y todo lo ha hecho él (es medio constructor, arquitecto, diseñador etc). En eso se asoma una señora anciana de cabello cano y al toque le dije: Ricardo y me contesta: Que… con un vozarrón tal que dije: este pata se ha puesto una peluca blanca para jugarme una broma. Cuando le dije Ricardo? Y me contestó con una voz suave  Si pero Ricardo será tu….hum pensé me equivoqué y le pedí disculpas. Riéndome di la vuelta y cuando me estacioné salió el peladitoooo. Le conté y se carcajeooo con voz de sordooo.

Como los bancos están cerca a su casa nos fuimos a pie. No habíamos caminado una cuadra y pasa un señor y lo saluda, el efusivamente le contesta con su voz de trueno. Seguimos caminando y vemos que una mujer joven pero robusta se ha pegado una caída en la vereda. Salió disparado para  ayudarla haciendo de sus conocimientos adquiridos como oficial de reserva (es que la dama era un pequeño tanque) la reanimó y sacando fuerzas pudimos levantarla. Felizmente era susto y golpe pero sin mayor gravedad. Al costado había una señora más o menos de nuestra edad y la mira y le dice: Elsitaaaa no me había dado cuenta que habías estado allí y nos presenta, era la prima de un promocional y su hija la que se dio el porrazo. La abrazo, la apachurró y la halagó. Eufórico preguntó cómo había estado y no se tantas cosas que debí caminar, sino debía escuchar una charla de ufff no para este pata. Seguimos caminando al banco y entramos a uno. Ni se fijo si había cola, se fue de frente a la ventanilla a preguntar. Obviamente la gente que esperaba se fastidió y el volteó y puso cara de niño ingenuo y de lobito feroz a la vez, que pensaron que era un  anciano y medio loco y optaron por quedarse tranquilos (lo que pasaba es que no había sistema) Preguntaba en voz alta y tanto que la Srta. pensó que la estaba enamorando. Como él se reía, ella se puso roja y pensé Pm tengo que salir sino me quedo, así que le dije: - oe vamos ya que no nos conviene este banco. Antes de retirarse, sale una chica de la oficina y le dice: hola don Ricardo como le va. Mier….se quedó media hora conversando del tío, sobrina, de la ropa que se puso etc. etc. Lo jale de los pelos???? virtuales y salimos. Fuimos a la otra entidad financiera y entró como en su casa. Iba de oficina en oficina saludando a las Srtas. y dándoles un beso. Es que de coquetón se gana todos los premios. Le había preguntado a la última Srta. quién podría atendernos y ella le dijo la de la of. de al lado. Habían dos personas esperando para la ventanilla pero ni bien ingresó a la oficina una de las Sras. que estaba esperando, lo increpó, diciéndole que a ella le debían atender primero etc. etc. Como todo caballero, le cedió el paso y a la otra persona también. No hubiera pasado nada si no fuera tan alharaquiento. Conversamos y salimos. En la puerta el guardia lo saludó y se acercó para hacerle algunas consultas sabe Dios de qué. Esperó unos minutos y él no se quedaba en explicaciones sino que sacó un papel y comenzó a dibujarle un plano y no sé qué otras cosas más… ah me  dije,  este pata me saca de quicio y me apresure en regresar a mi carro porque ya el sol me estaba poniendo coloradito y fosforito.

Caminando le dije,  vamos a la Asociación a pagar y después veremos qué hacer. En el camino se encontró con el hijo Enrique del gran Agapito Perales, me lo presentó y comenzó a hablar de su abuelo, de su triunfos y de la colección de Últimas Horas que tenia y que se ofreció  prestárselas para que leyera lo de su padre (otra media hora más) entonces le dije. Si te detienes otra vez más te quedas sin gorra. Derechito fuimos hasta su casa y de allí enrumbamos hacia Magdalena. Le dije que me guiara .Como habla tanto me pase varias veces donde debía doblar, así que llegamos casi en media hora. Bueno llegamos y tocamos la puerta diciéndome… - he hablado con la secretaria pero no la conozco. Nos abrió una señora muy agradable y cortés que nos atendió .Comenzó a decirle quien era y que había hecho. La Sra. lo miraba asombrado por la cantidad de cosas que había hecho y el conocimiento de cada aspecto de la Asociación. Ella le dijo que por favor la apoyara, porque recién estaba empapándose de todo esto de los juegos. Y el lee y   dice: - sabe quien le hizo el cronograma! Yoooo. Se rompió el hielo y la sra. agradecidísima no sabía si llorar, reír o abrazarlo de la emoción, conociéndolo, lo pise y le dije ponte quieto, solo atiné a decirle que contará con el apoyo de nuestra XIX. La Sra. sonriente y con los ojos brillosos nos despidió. El cholín con el pecho henchido de emoción parecía el gallo giro después de una conquista. Era todo un triunfador. (Pucha no lleve la cámara porque hubiera ganado un premio por esa pose).Lo empuje y le dije vamos a tomar una raspadilla,  no, que un arroz con leche, no, que una maicenita,  no, que Conchh,  terminamos en una cebichería, donde nos atendió una joven de ojos rasgados, tez blanca y bien amable. Al sentarnos pasa por nuestro lado una familia y el señor le dice don Ricardo: mi… otra media hora más, pero como esperaba mi pedido no lo sentí, al terminar de hablar, no se acordaba que había pedido,  así que tuvo que empujarse su pollo a la pachamanca que le trajo el recuerdo de la Melchorita, porque comparo los sabores y se quedó donde almorzamos los miércoles.

Conversa y conversa hasta que terminamos y le pedimos la cuenta. La Srta. se acercó y le pregunta su nombre a lo que la chiquilla solo le sonríe. Pero como el zambo es chúcaro, se quedó para preguntarle. Ya en el carro y arrancando me dice se llama Ceci. Estamos saliendo y sale la chinita con el cartapacio del negro diciéndole .Abuelito abuelito su maletínnn. Risa generalllll

Regresamos muy contentos de haber logrado varias cosas y con la certeza de que a partir de ahora,  solo lo veré una hora a la semana porque si no se me termina la paciencia y algo puede pasar.

Hablamos

Pepelucho