sábado, 5 de abril de 2025

VOLVER SIEMPRE A LOS AÑOS MARAVILLOSOS

 

    VOLVER SIEMPRE A LOS AÑOS MARAVILLOSOS



 

-        “Papá, te acuestas temprano he…nada de computadora, el mismo médico te ha indicado que no la uses todo el día”.

Lo de todos los días y noches, el amor de hijo exagerado me digo, total levanto mis hombros y me hago al conejo, una vez que vuelven a sus pisos y dormidos me entrego a mi pasión y los recuerdos vuelven a hacía mí.

Leo el WhatsApp y medito: ¿Nos hemos olvidado ya de aquellos tres años tan hermosos de nuestras vidas? …NO, eso ni de a vainas, lo que ocurre es que ya algunos somos unos viejos de miércoles y preferimos la placidez del hogar o de ver algún buen programa de la tele. A mí también, pero lo gozo en los momentos de familia y cuando se descuidan mis hijas… Jajajaja… les saco la vuelta y repaso todo lo que concierne a mi querida Dieciséis. Uno de mis hijos varones por lo bajo me trae dulces, empanadas, hasta anticuchos…y le digo “Qué ya quieres que me vaya carajo” y el me responde “Viejo tú estás más sano que un chibolo, mis hermanas exageran, cierra tu puerta y ya no recibas a nadie y come tranquilo…pero…tampoco, tampoco, no te amanezcas escribiendo.

Llegamos llenos de ilusiones, nos habían contado tantas cosas del CMLP que las queríamos vivir, el lucir ese hermoso uniforme de cadete leonciopradino lo anhelábamos más que nada, eran los tiempos en que quedaban sin ingresar una gran cantidad de postulantes, éramos pues privilegiados los que nos pasamos la edad, los que siempre teníamos suerte en los exámenes y recibíamos preguntas que sí habíamos estudiado. Mi padre todavía no sabía de mi postulación, sólo mi madre, menos mal que la enterarse mi abuelo contento sacó de su banco – escondite en su casa hasta de monedas de oro – y cuando tuve mi primera salida uniformado realizó una comida invitando a mi familia paterna que se quedaron “picones” – clásico en familias de clase media - y mi padre sacando pecho.



Estoy seguro que muchos de nosotros pasaron algo parecido pudientes y no pudientes. La diferencia económica a pesar de estar todos vestidos iguales se pudo conocer y mi experiencia, es que aprendimos a ser solidarios, cada día fuimos adaptándonos a la vida militar y guardando todos como tesoro en el corazón al hermano de promoción. La vida que compartimos nos unió más y sólo el sueño de llegar en nuestro futuro hizo que nos alegráramos de viajar algunos al extranjero y volver a nuestras vidas personales aquí en nuestro país.

Nuestros hermosos recuerdos de soldados nos trae a la mente a queridos promocionales que ya partieron al cielo y otros siguen escondidos por esas cosas de la vida por diferentes países del mundo haciendo sus propias vidas, pero cuando nos detectan con la modernidad inmediatamente buscan la forma de contactarse e inclusive retornan al Perú en busca de su hermosa vida de estudiante secundario y llegan a los reencuentros leonciopradinos, sagrada actividad que confirma esa gran confraternidad que todos sentimos de verdad.



Durante esos tres años de convivencia gozamos de muchas alegrías que nos dieron los deportistas e intelectuales, unos con las medallas de oro, plata y bronce en los certámenes deportivos en que nos esforzábamos por ser los primeros y otros a quienes siempre admirábamos por lucir sus cordones dorados de honor.

Después de años gracias a hermanos con iniciativa y sobre todo con ese amor fraterno que caracteriza a todo excadete del Leoncio Prado supieron organizar y profundizar ese hermoso sentimiento, debemos estar siempre agradecidos a Emilio Ponce y su Perlita donde dimos nuestros primeros reencuentros, así como también a quienes como  Jorge Villalobos quien organizaba agasajos a nuestras figuras destacables como Alfredo Deza a quien se le invitó a  un almuerzo de reconocimiento por su campeonato sudamericano en 110 metros con vallas.

Existe un gran hermano por quien siempre estaremos agradecidos y extrañarlo eternamente debido a ese hermoso sentimiento de amor fraterno sin distinciones. Daniel Mojovich Cárdenas, siempre en nuestros corazones recordándole como el personaje inolvidable que lo dio todo por su querida Decimosexta. Ese bello sentimiento de querer estar siempre unidos recordando años inolvidables de juventud en un gran colegio, que no sólo educa sino además hermana para siempre a jóvenes de distinta raza y económica, de mundos distintos de donde llegan a un CMLP que amamos eternamente.



Un adiós momentáneo vestidos de soldados le dimos a nuestra vida militar y amado colegio, cuna de héroes y de grandes personalidades que dan gloria a sus cuatro viejos muros que nos albergó durante tres maravillosos años y que jamás dejarán de estar presentes en nuestras vidas. Todos iguales en educación y felices partimos prometiendo volver en su momento, para revivir años tan hermosos que jamás podremos olvidar.

 



Sí hermano del CMLP hemos vuelto, hemos abrazado nuevamente a nuestro hermano con quien compartíamos el camarote, aula, comedor y de formación. Con quien desfilábamos en la misma compañía demostrando al Perú, la excelente formación militar y académica recibidas.



Nos extrañábamos, algo le faltaba a nuestras vidas y gracias a los coordinadores cuyo sentimiento amical los llevó a querer ser partes del gran reencuentro de una de las mejores promociones egresadas del CMLP. Volvimos poco a poco a vernos en directo, volvieron las chacotas, volvieron esos hermosos sentimientos de hermano a hermano, profesionales con la seriedad que les da su carrera volvieron a ser los mismos zambitos de la dieciséis y sobrenombres retornaron como si el tiempo retrocediera y estuviéramos en las cuadras, formación, aulas y comedor. Pasaron los años, pero jamás el sentimiento leonciopradino, la confraternidad que nos une.

Paro de escribir en mi cuarto y me digo “Viejo de miércoles, no puedes dejar que te gane el sentimiento y no llores como un niño, no te has muerto todavía, tus amigos del alma te aguardan cada reunión que se organiza, escapa, hazles el avión a tus hijas y huye…huye a lo más hermoso de tu vida”.





Muchachos, no falten a las reuniones en el Chifa de San Borja que se hacían todas las semanas, hoy es una vez al mes. Vuelve a abrazar a tu hermano leonciopradino con quien tuviste la más hermosa historia de juventud. Correspondamos al trabajo de quienes toman a cargo la Junta Directiva, estar en ella no es un privilegio es un apostolado para la continuación de nuestra hermosa hermandad. No les fallemos en sus esfuerzos que entregan con ese sentimiento que nos une desde 1959.

¡Seguiremos brillando, siempre, como azul hoguera!

    





Rodolfo Mendoza

      XVI CMLP