por Luis Ludeña
Querido Juan Carlos;
Hay noticias que te entristecen más allá del alma; te abren surcos profundos de pena y cuando llegan de súbito, nos traen mediante el relámpago de la nostalgia, los bellos recuerdos de tu vivir en la magnamidad de tu nobleza, que siempre supiste manejar al mejor estilo de la sencillez y la diplomacia, como buen músico que inducias a la ternura a dejar los laberintos ocultos de cualquier ser andante en la tierra.
Así eras Juan Carlos, de una modesta sencillez grandilocuente, como hermano leonciopradino de la siempre gloriosa y amada XIX, el tiempo lo transformaste en tu música y así lo calculabas y medías, en esas partituras transformadas en melodías que nos enternecían en nuestra juventud y que llegaron hasta la madurez en el cocodrilo verde.
Ahora quiero recordarme, e insisto, cuando después de muchos años de haber salido del colegio, nos encontramos un día en el Banco de la Vivienda, donde llegaste a trabajar y nos abrazamos como si hubiera sido ayer la última vez que nos habíamos visto, como dicen los poetas y para festejarlo nos fuimos al Casino de Miraflores y después a tu casa, qué hermosos tiempos Juan Carlos de vivencias y satisfacciones personales en el devenir de la vida.
Para los hermanos que no te conocieron en la dimensión oculta de tu ser bonhomónico, y de tu alma culta; no ha partido cualquiera, es alguien especial. Ya en sus formas se deben dar cuenta; no es el caso del que quiere estar sólo; estoy seguro que lo hiciste para no preocupar a tus hermanos leonciopradinos; no nos diste la oportunidad de compartir esos momentos de preocupaciones y de tempestades que todos pasaremos y muchos anhelamos pasarlos en compañía de los que más amamos, la familia; para sentirnos protegidos en esos momentos de debilidades; hasta en esos pequeños detalles de la vida nos diste ejemplo de valentía y sencillez.
También quiero recordarme cuando te visitaba en tu tienda de arte, sobre todo pinturas en el mall del Polo; y conversábamos sobre tu música y las actividades que tenías programadas, y te emocionabas como un jovenzuelo de lo que ya te imaginabas estarías tocando el martes programado.
Pero ahora querido Juan Carlos, que te encuentras en tu viaje interestelar del universo, quizás buscando un escenario para tocar tu guitarra, en la luz incandescente de la infinidad galáctica, me invade la tristeza; de no haber podido despedirme, de un extraordinario amigo que mediante el silencio construyó su grandeza espiritual para compartirlos con sus amigos.
Ha llegado el momento de despedirnos Juan, entre el miedo y el pavor que me da la tristeza; de enfrentarme a la justicia divina de almas y corazones; por eso querido hermano, hoy he parado el Mundo y me bajé, porque es el momento del agradecimiento; gracias Juan, muchas gracias por tus actitudes de hermano leonciopradino, cuando más los necesité; un fuerte abrazo en la eternidad.
Lucho
Marzo 2018
Esta pequeña crónica la escribí en el 2014 y hoy la vuelvo a poner en memoria de mi querido hermano de vida Juani Barreda con quien compartí muchos pasajes de este hermoso camino. Felizmente esta en el libro de Oro de la XIX Promoción CMLP
Pepelucho
TRIO DINAMICO
Si nuestra XIX es famosa por muchos aspectos, uno de ellos que prevaleció a través del tiempo en el
recuerdo, fue su famoso Trio Dinámico integrado por Enrique Falcone, Juan
Carlos Barreda y Manolo Vallejos.
Juani Barreda al ingresar al colegio ya tocaba en conjuntos musicales
como los Shains. A mediados de abril después de un viernes en los de la XVII
actuaron antes del cine , en la cuadra se armó un alboroto porque comenzaron a
tararear música, estaban entre muchos, Coco Renzo, Sasieta, Vallejos, el ciego
Miranda a quien el chupón Muller le hacía chupar su dedo, Alberto Romero, Paco Fernandez, el
negro González y también se aparecieron Juani, Quique y otros más(ustedes
abundarán en detalles) y entre broma y broma y a punta de ensayos en el baño de
la Octava nació este maravilloso conjunto humano que desatacó no sólo por su
música sino por su amistad y calidad personal. Cuantas noches de euforia nos
dieron con sus Granitos de Arena, La Felicidad, Popotitos, Lluvia y tantas
hermosas melodías.
Pasó el tiempo, crecimos y nos desarrollamos y porque así es, cada uno siguió su camino.
Sin embargo ,siempre estaba latente en que algún día se juntarían. Sueños que
vienen y se van pero las realidades pueden más y en la fiesta de los 40
años nuevamente estuvieron juntos.
Esperemos que siempre siga esa hermandad a prueba de todo. Quique ,motor del
grupo ha prometido que siempre estarán cantando y así será estemos donde
estemos . No cabe duda, que este, es
otro motivo más de orgullo de pertenecer a la XIX.
En los
Juegos Deportivos ganamos el concurso de Peñas con la participación de nuestro
conjunto y la presentación la compuso Quique con su notable calidad
Artística.
POR:
ENRIQUE FALCONE
esta presentación
de la peña de la xix promoción les ofrecerá "un viaje del recuerdo" a
través de los años
maravillosos de 1962 a 1964 recordando las canciones que nos acompañaron
durante nuestro paso por colegio militar y que quedaron grabadas en nuestros
corazones.... en el verano de 1962 mientras nos preparábamos para postular se
escuchaba en todas las radios de lima cuando aun eramos "civiles"
inocentes......... 1) https://youtu.be/xotujj8dce0 https://youtu.be/ijh5q0cuzrs vestido rojo, la primera salida fue el día
de la madre y cantamos en el auditorio, después de interminable internamiento,
el ansiado reencuentro con nuestras familias... 2) https://youtu.be/9_u1r9xacmm bienvenido amor,
ya estábamos mas acostumbrados al colegio y sus rigores y los viernes por
la noche la actividad "buscando estrellas" nos permitía hacer barra
por nuestro trió dinámico quienes cantaban.
.
3) https://youtu.be/3oua2zg_pxg ligados a un
granito de arena- 4) https://youtu.be/d4j8hwioute dame felicidad. pasar a cuarto año fue
"mágico" pues si bien teníamos que soportar algunas vacas, teníamos
mas de 300 perros de la xx a quien mandar y descubrimos el placer del mando...
5) https://youtu.be/uk2n_pkbhbc magia blanca ya
eramos unos jóvenes cadetes formados y expertos cuando pasamos a quinto año y
sabíamos sacarle partido a la debilidad que tenían las chicas por el vistoso
uniforme por lo que muchos cantaban con orgullo..... 6) https://youtu.be/kpdc_epuc74 15 años en las noches frías de la perla se
nos humedecían los ojos por la nostalgia de nuestros hogares,por la enamorada
que solo veíamos los fines de semana y por tantas cosas que dejábamos atrás,
los domingos por la noche cuando regresábamos al colegio y escuchar esta
canción agarraba carne... 7) https://youtu.be/ppbivgiofoq lluvia pero como todo
tiene
un final y la xix promoción en diciembre del 64 cruzaba la puerta principal del
colegio para reincorporarse a la vida civil esta canción nos sabia a gloria....
8) https://youtu.be/ypnrhu7naou adiós mundo
cruel, así termina nuestro viaje del recuerdo a través de esos "años
maravillosos" sin antes decirles que de todas las músicas y letras la que
mas hondo y calo en nuestros corazones y quedo allí por siempre fue alto
el pensamiento.....como una bandera......
Juani nos escribió
Querido Pepelucho:
Como bien dices, aún sigues en la nube, y esa nube durará mucho tiempo en el corazón y reconocomiento de la gran mayoría de nuestra XIX.
La
tarea cumplida para tí y la JD q te ha acompañado, ha sido inmensa y la
celebración de nuestras "Bodas de Oro" será un recuerdo imperecedero
para todos nosotros. Mil gracias querido hermano.
En
la fiesta, me tocó compartir mesa con 3 de los muchachos de la Escolta. Coco y
los 2 Pacos. Completamos con Manzanita Basurto, cada quien con su media
naranja.Fue muy entretenido escuchar en directo las anécdotas alrededor de cómo
día a día fue creciendo en ellos el gusanillo de hacer cada día cosas más
exigentes para llegar a cumplir perfomances como las ofrecidas tanto el año
anterior como este 2014 . Los pechos henchidos de los protagonistas eran
totalmente entendibles, como el cerrado aplauso de todos los que premiamos su
entrega y cariño a la promo.
La
fiesta fue muy divertida y demostró que entre amigos y con la solidez de los
sentimientos de afecto q hemos mantenido todos estos años, la alegría fluye de
manera muy natural. Los abrazos propios y los q se producían a nuestro
alrededor, nos han hecho vivir
sentimientos difíciles de explicar, algo como un clima de hermandad entre
personas con muchos recuerdos en común, miembros de una gran fraternidad de
amigos de toda la vida.
Mil
gracias a los gestores de esta linda celebración de nuestras Bodas de Oro junto
con un reiterado abrazo a los compañeros y amigos con quienes nos hemos cruzado
y han traído a la memoria momentos de aquellos vividos a nuestro paso por el
CMLP.
Alto
el pensamiento!
Juan
Carlos Barreda
Cuando le solicite una colaboración suya para el libro ,nos hizo llegar esta parte de su vida
COMO RESULTE SIENDO BAJISTA
Por Juan Carlos Barreda
El reciente reencuentro con Jaime Álvarez Calderón, gran amigo y
guitarrista con quien compartimos jornadas de rock con Los Star´s y
después con Los Vip’s, durante los primeros años de los sesenta, me ha traído a
la memoria el cómo y el por qué me hice bajista de rock.
Corrían los días de Junio de 1962 y mi madre ya me había
regalado mi primera guitarra eléctrica y amplificador, creo que para
hacer más llevadera mi condición de interno en el Colegio Militar, casi
recién iniciada. Se trataba de una guitarra Hohner de color rojo y un
amplificador Eko de 9 o 12 Watts. Me había costado algún trabajo convencerla de
que me gustaba más la guitarra que el acordeón que ella me proponía para iniciarme
en la música, y por esos días me entretenía arrancando los primeros sonidos a
mi novísimo instrumento.
Ya durante los primeros días de cadete en el Leoncio Prado, en ese
año de 1962, había iniciado mi aprendizaje de la guitarra en el Club de
Cuerdas, que era dirigido por un distinguido músico criollo, don Alcides
Carreño, quien naturalmente nos inducía a incursionar en el género que él
practicaba, aún cuando era abierto a las nuevas expresiones musicales que
asomaban por entonces como el rock y la nueva ola, que a mi particularmente me
llamaban más la atención. La casualidad, me había juntado en la 8va.
Sección del Tercer Año, con dos amigos con los que compartíamos esa naciente
afición musical que nos llevó a conformar un Trío de tres voces y dos guitarras,
que arrancaba las más fuertes ovaciones en las presentaciones de los fines de
semana y actuaciones oficiales del Colegio. Éramos el Trío Dinámico y tocábamos
los temas de la nueva ola que en esos días sonaban en la radio y estaban de
moda. Nosotros mismos éramos los artistas de moda del Colegio, o por lo menos,
así nos hacían sentir generosamente nuestros compañeros de la XIX
Promoción.
Recuerdo que desde los primeros meses de mi primer año en el
Leoncio Prado, cursando el Tercero de Secundaria, ya se me identificaba
como uno de los músicos de la Promoción; fue así que el Chato Pardo, un
compañero con quien curiosamente hasta entonces no había compartido mayores
afinidades, se me acercó un día para decirme que en Miraflores había conocido a
un amigo que tocaba la guitarra eléctrica muy bien y que estaba buscando un
guitarrista para tocar rock y en vías de armar un conjunto y que si a mi me
interesaba me podía hacer el contacto. Era lo que esperaba, conocer a otros
muchachos como yo y hacer rock con guitarras eléctricas. Inmediatamente le pedí
el teléfono del amigo, quien resultó ser Jaime Alvarez Calderón. En el Colegio
Militar, éramos más de mil alumnos y yo, hasta donde me alcanza la memoria, era
el único que tocaba la guitarra eléctrica. En mi barrio de la cuadra 20
de la Av. Salaverry, no conocía a nadie interesado en hacer rock con
guitarras eléctricas.
Ese sábado que debe haber sido por el mes de Junio, y que me
tocó salir del internado, parecía más largo que otros días, desde el paradero
en San Miguel donde nos dejaba el ómnibus del Colegio llamé a Jaime, de quien
sólo tenía su número telefónico y le expliqué que tocaba la guitarra eléctrica
y mi intención de tocar rock y conformar un grupo. El fue muy atento y me
invitó a su casa para “probarme”, me dijo. La cita fue esa misma tarde, con
guitarra y amplificador, quedamos en la hora, tomé la dirección y le pedí a mi
padre que me llevara en su camioneta, cargando con todo mi equipo y entusiasmo.
El sótano de música de la casa de Jaime era impresionante y ahí había una
batería con sus platillos relucientes. Mi compañero del Leoncio Prado, se
me había adelantado y se encontraba con un amigo, quien estaba con su guitarra
eléctrica. Jaime mismo, el dueño de casa, también estaba con su guitarra, que era
una Hohner electroacústica y su amplificador Meazzi, equivalente al mío.
Era el acercamiento más cercano a un grupo de rock que había tenido hasta
entonces. Las presentaciones fueron muy rápidas y pasamos a demostrar lo que
sabía con la guitarra, que no era mucho, pero lo hacía con gran entusiasmo.
Recuerdo que toqué y canté algunos temas de rock en español que Jaime también
tocaba. Casi inmediatamente habíamos logrado establecer esa comunicación
mágica que tiene la música y rápidamente ya nos encontramos hablando el mismo
idioma. Todo iba saliendo bien y ya me comenzaba a sentir a gusto, cuando
dejamos de tocar para pasar a intercambiar información personal, como cuántos
años tienes y en qué colegio estás y qué días puedes ensayar, dónde vives, etc.
cuando Jaime me presenta con el baterista y el saxofonista, recién llegados a
la reunión, que eran dos amigos de su Clase del Champagnat y algo confundido me
dice que ya había conseguido al guitarrista que estaba buscando, que era el
otro chico que había llegado antes que yo y que era un amigo de su barrio
de Miraflores. Este era Carlos Bartra, el amigo de mi compañero del Leoncio
Prado, quien había permanecido en silencio y observándome mientras yo trataba
de impresionarlos con mis rudimentarias habilidades con la guitarra.
Con mi dignidad intacta, y el sentimiento íntimo de haber impactado
favorablemente, ya estaba guardando mis cosas algo apenado por la
situación, cuando Jaime me pregunta si sabía tocar el Bajo, pues era lo único
que todavía les estaba faltando. Inmediatamente le dije que sí, por supuesto, y
fue así que fui rápidamente acogido por el grupo como bajista. Eran Los Star’s,
y la verdad era que nunca antes me había interesado el Bajo como instrumento,
nunca había tocado uno de verdad hasta esa fecha y ni siquiera tenía mucha idea
de cómo se tocaba, pero ya estaba aceptado y conformando mi primera banda de
rock como bajista. Mis primeros ensayos y tocadas con mi nueva banda fueron con
mi guitarra Hohner, haciendo las veces de Bajo, utilizando sólo las cuatro
cuerdas graves. No pasaron muchos días para convencer a mi madre de que me
comprara mi primer Bajo que fue también un Hohner de color rojo. A la
distancia, cobra más valor el apoyo que mi madre siempre nos dio a mi hermano y
a mí en nuestras aficiones musicales, aún en contra de de las opiniones de
nuestro entorno familiar. Todos éramos aún colegiales y sujetos a propinas, con
lo que la adquisición de los instrumentos era por cuenta de los padres y
algunos, como hasta ahora sucede, no veían con buenos ojos estos acercamientos
a la música. Mi madre nos compraba los instrumentos al crédito
en la casa Anders de Miraflores y tenía que “minimizar” y disfrazar
los precios, pues estas inversiones no eran muy convenientes para la economía
familiar y no le causaban mucha gracia a mi padre.
Cuando a poco de los primeros días de Los Star’s, Carlos Bartra se
retiró del grupo y dejó la vacante de guitarrista, tuve la opción de ocupar la
plaza, pero ya había sido ganado por el Bajo e ingresado a ese reducidísimo
segmento de bajistas de rock sesentero, una especie de “rara avis” muy
apreciada en esos días. De ahí en adelante, mi performance en el rock con la
distinta gente que he tocado y mi participación en las bandas que he conformado
como Los Vip’s, Los Shain’s, Los Pepper Smelter y los Pepper sería siempre como
bajista.
El Bajo fue una pasión de juventud que contribuyó muchísimo en la
conformación de mi imagen y personalidad. Sus secretos me propusieron muchos
retos que, por supuesto nunca terminaré de descifrar y el poco
conocimiento obtenido después de tantas jornadas y práctica afianzó, en su
momento, el reconocimiento de mis propias capacidades y por cierto, también de
mis limitaciones. Mi relación con la música, el sentimiento de
pertenencia y la aceptación que he recibido en las bandas de rock en las
que he participado contribuyeron muchísimo a consolidar mi autoestima
personal. Ahora, después de todo lo vivido, el Bajo me sigue apasionando y
seguir descubriéndolo resulta tan motivador como en esos días de Junio de 1962
en los que iniciamos aquel largo romance que en estos últimos años hemos
renovado, con los mismos bríos que despiertan las pasiones juveniles y la
esperanza de seguir disfrutando las satisfacciones que casi siempre he encontrado
en sus cuatro cuerdas y en la música en general.
JCBS
Tuve la suerte de ir a muchos conciertos de los Shains y de los ultimos años en que tocaba Jazz con su famoso hermano Charly Barreda. Cuando los Shains cumplieron sus 50 años me invitó y pude grabar este concierto con el que lo recuerdo siempre.
Hoy los dos dinamicos siguen juntos en la eternidad
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