domingo, 30 de marzo de 2025

ETERNAMENTE JUNTOS LA GRAN DECIMOSEXTA

 

   ETERNAMENTE JUNTOS LA GRAN DECIMOSEXTA




Se escucha la música criolla y todas las parejas salen a bailar, es que tocan y cantan los cadetes de la gran Dieciséis, como antaño, como en los años cincuenta cuando se armaban las jaranas en los Barrios Altos de la Lima antigua, valses criollos que tocaban y cantaban los Embajadores criollos.



La alegría, el bullicio, las mozonadas de esos años maravillosos vuelven a los zambitos de entonces cuando ingresaba a las cuadras el inolvidable Carecostra y le llovían las almohadas que arrojaban los más palomillas de nuestra querida promoción, sí hermanos que lindos momentos por recordar, por querer volver a esas noches en que ya vestidos con pijamas celestes en lugar de dedicarnos al descanso placentero después de una jornada militar de todos los días preferíamos divertirnos a pesar de posibles castigos castrenses, no faltaba razón… sólo teníamos entre 13 y 15 años.



Hoy hace una buena cantidad de años que volvimos a vernos personalmente, a reunirnos semanalmente en un chifa que nos alberga por unas cuantas horas que las queremos convertir en esa bella etapa juvenil, la chacota, la felicidad y alegría se muestran permanentemente. A pesar de los años para nosotros las fisonomías siguen iguales, nos volvemos a mirar como en las etapas de canes, chivos y vacas, cada periodo es inolvidable, siempre estarán en nuestras memorias, siempre volveremos a esas planchas, ángulos rectos, tendidas de cama, lustradas de borceguíes. Perennizados los hermosos gestos de solidaridad, sacrificio, haciendo mutis total para no delatar a algún chistoso que se pasó en sus bromas.

Hermanos por más lejanos que nos encontremos, por ya ausencias en las reuniones de confraternidad justificadas por diversos motivos es imposible que desparezca de nuestros corazones ese bendito cariño fraterno, ese gran sentimiento sagrado de conformar una promoción leonciopradina, que por más que corra el tiempo, por más que ya partamos a los cielos de Dios, jamás nuestro sentimiento inigualable, único en la historia del Perú pueda desaparecer. Somos hermanos de la misma sangre, de soldados guerreros. Queremos estar presentes como los años felices de Daniel Mojovich, Anselmo Berger, César Elías, Alfonso Rivasplata Jorge Kanashiro, José Valverde, Roberto De Salas y otros queridos hermanos que están al lado de Dios y María, ellos jamás dejarán de estar presentes, jamás nuestros corazones dejarán de sentirlos siempre a nuestro lado.



Se oscurece el día, hora del rancho nocturno, ingresamos a nuestras aulas y pasado dos horas salimos del turno de estudios, volvemos a nuestras inolvidables cuadras, es el momento de las charlas, bromas y conversaciones sobre nuestros amores juveniles, proyectos para el futuro, vestimos de pijamas y agarra su fusil el turno de imaginaria, suena el toque de silencio, suave, agudo, triste porque se acabó el día, dormimos plácidamente gracias al imaginaria que cuida nuestras personas, poco a poco los perros, chivos y vacas van entregándose al dulce sueño, al descanso merecido.

      


Y hoy después del toque del silencio que toca con dolor sentimental el corneta de turno, podemos ver que van quedando vacíos los camarotes y se escucha el tenue golpear que produce el imaginaria con sus borceguíes al caminar y poco a poco los perros, chivos y vacas vuelven al dulce descanso y soñando con aquellos años tan hermosos e inolvidables.





Hoy al amanecer las gaviotas siguen entonando su dulce piar, las olas del mar siguen golpeando con fiereza el acantilado frente a nuestra alma mater y los vientos continúan soplando fuertemente. La Decimosexta promoción vestidos ya de beige y botas negras con el teniente Aguirre a su costado y atrás bien disciplinado nuestro inolvidable Carecostra. Reynaldo Olaechea al frente de la compañía, Daniel Mojovich anotando quienes participarán en atletismo, César Elías exigiendo que se mire al frente, Jorge Ciurllizza sacando pecho luce orgulloso de su dieciséis, Pochito Rivasplata soñando despierto se dice para si “seré médico”, el lorito Cuba Solari levantando las piernas demuestra su elegancia al marchar. Marcha soldado, marcha con firmeza y amor a la patria, jamás dejaremos de ser felices, siempre, siempre habrá un nuevo amanecer para nosotros los cadetes de la XVI CMLP del Colegio Militar Leoncio Prado.

Más unidos que nunca queridos soldados…

 

¡SEGUIREMOS BRILLANDO, SIEMPRE, COMO AZUL HOGUERA!

 

    

  Rodolfo Mendoza

       XVI CMLP

 

 

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