Por : Luis Ludeña Saldaña
Querido Piñita;
En este hermosísimo año y del cual los que
sobrevivamos no nos olvidaremos en los tiempos de los tiempos nunca jamases, no
importando que pertenezcamos al grupo de los ricachú o pobrechú de la promo y
del mundo; bajo la filosofía de la paz y el amor, yo estaba listo para entrar a
mi periodo de trance de abuelo solitario, porque toda la prole ya se fue y
viene de vez en cuando solo para él picotón correspondiente.
Iniciando mis actividades mañaneras con el rigor de
siempre; no, no sean mal pensados, me refiero estrictamente a la medida de la
presión arterial obligatoria, indicada por esos médicos que te miran con un ojo
y con el otro le sonríen a tu señora sospechosamente, y te crean la incertidumbre
sobre tu salud y te atienes al régimen draconiano impuestos por estos matasanos;
te dan pastillas para tomar diariamente para controlar la presión, que te
friegan el estómago y luego te dan pastillas para curarte del estómago, al
final acabas mal del estómago; con el respeto que se merecen nuestros colegas
de la promo a su profesión de matasanos.
Hace poco descubrí que no sufro de presión alta,
debido a que un médico cardiólogo me preguntó; como me habían determinado la
enfermedad, si me habían hecho un mapa, como yo no sé mucho de cartografía y
geografía; Traté de hablar con el pollo Plaza para que me pasee en la lancha
del museo naval y me explique este asunto de cartografitis aguda; claro como no
soy periodista no me contesta el teléfono; hablaré con Sol para que me dé la
fórmula.
Tuve que solicitar ayuda al doc. que hable en
cristiano, no Ronaldo con goles, sino en sencillo como habla Sagasti, en
español del Quijote y me dijo un controlador o monitor por 24 horas; no le dije
y me mandaron a realizarme la prueba y me dio negativo; como cuando me quieren
picar los patas; así que había tomado como cuatro años pastillas por las puras
alverjas, por no decir por las huevas y me había jodido el estómago, bueno
siempre con los médicos pierdes hermano.
Y lo digo con conocimiento y experiencia de causa, las
pocas veces que pisé la clínica fueron por culpa de ellos; para muestra basta
un botón dice el refrán y yo les creo piñita; un galeno del cual ya no me
quiero acordar su nombre me hizo un examen de várices, que no me molestaban
pero parecía que se iban a reventar, y todo era cuestión de genética, por mi
viejo, mejor dicho para los entendidos genético, que me corrija monseñor si me
equivoco, la cosa mi hermano es que me detectó un coágulo y me mandó a otro
colega, una damisela que me recetó unas pastillitas de Warfarina para tomar una diaria, recontra
producente; que a la semana hicieron su efecto y me vino una hemorragia de la
gran flauta; así que me fui a emergencia y pun; me dijeron queda; y la palabra
clásica, ¿tiene seguro?, yo no contesté piñita, contestó la jefa, como siempre
oportuna para meterme en problemas; cuando dijo que sí; al toque me pusieron en
la camilla y vinieron dos simpáticos internistas, una de ellas muy guapa, y me
tomaron de la muñeca; yo de mirarle los ojos me dejé agarrar todito; después se
apareció la picadora; la hermana de Drácula, un poco federal y pin me sacó dos
tubos de sangre; al poco rato la camilla empezó a moverse sola; no, había un
pata que la estaba empujando, señor le vamos a sacar unas placas, yo le dije se
trata de una hemorragia; no se preocupe me dijo ha caído en buenas manos, el
doctor es especialista; en que le pregunté; y ya no me contestó, después de la
placa, al tercer piso; le dije al cuasi doctor;¿Qué análisis me toca?;no míster
me dijo lo vamos a internar, cuarto 304;suma los números y te darás cuenta que
dan siete; ya me preocupe; era sábado; claro el cuarto era bacán con televisor
control remoto, ventana al jardín, cable, aire acondicionado, pasé al grupo de
los ricachú y yo solito, por unos instantes, luego llegó la tía y se acabó la
navidad, mejor dicho la paz.
Yo no sabía si estaba en un sueño, una pesadilla o
la realidad; pero si me recordaba que un pata judío, me había dicho nunca digas
que tienes seguro en las clínicas, es peligroso; efectivamente piñita a la
media hora se apareció un gordo simpaticón,
me dio su tarjeta y me dijo; soy el doctor De la Fuente, urólogo y me
han asignado para hacerle una pequeña prueba de la próstata, para descartar
cualquier infección por su hemorragia; póngase de costado y mire la ventana, lo
último que vi fue que se ponía unos guantes; al rato escuché decir puje y plin
se fue a la mer mi virginidad piñita; había salido del closet y sin cortina después
de tantos años conchesu.
Bueno yo estaba en mi casa en descanso total, libre
de toda preocupación en la mañana y escuchó por televisión las últimas
indicaciones del gobierno, se suspende el uso de los vehículos particulares a
partir del 23 de diciembre, hasta enero, no playas, no fiestas ,no juegos piromaníacos,
a la media hora suena el teléfono y era uno de mis retoños, para manifestarme
que vendrían a pasar el fin de semana;
yo no contesté piñita pero por el otro aparato ya la doña dijo que sí, yo no
tenía opción de discutir ¡NADA!;cest la vita piñita. Es como decirle a Pufo, no
mi general, me manda a la mer; por formación no por compañerismo.
A la media hora sonó otra vez el teléfono,
sigilosamente levanté el aparato auricular y ya la tía se estaba poniendo de
acuerdo con el otro retoño a que hora iba a venir, todos el 23 por culpa del
caviar de Sagasti, antipático mermelero. (buena gente el Quijote)
Hasta allí nomás de política, porque según el
sordelli de nuestro presidente el loco de punta hermosa, no debemos hablar de
política; pero yo me pregunto si todos somos animales políticos según Platón, no
el del plato de los lomito de los martes, sino el profesor de Aristóteles y
seguidor de Sócrates: pucha gracias a los amerincaicos de nuestra promo, estoy
al día con toda la información política de los yunaites, hasta cuantos años de
cárcel le darán a Trump, yo estoy preocupado ¿quién va a cuidar a Melania?;a
los ricachú de los amerincaicos de la promo que me pongan de voluntario; estoy seguro
de contar con el apoyo de Landachuri de Virginia; y del Chato Mayor; de Montana; mi charapita desde Phoenix George
Lozano; Luchito Cangurín de la Commonwealth de Australia, George Coronado no
creo no lo veo; Trump Ángeles del Queen de New York; Pedrito y Santiago, va con
moto incluida para pasearla a la tía; y bastante gasolina en las motos digo., el
resto de amerincaicos desaparecidos en acción; gracias hermanos y los otros que
también quieran apoyarme; me sacrifico por ustedes.
A los nacionales también a los que rajan de la
izquierda y a los que rajan de la derecha, que vacilón mis queridos hermanos;
cest la política, apasionada y amorosa, los felicito por el mutuo respeto que
se tienen, hemos logrado un grado más de civilización; la vejez es sabia, pero
algunos no aprendemos como es mi caso.
Después ya no solo el teléfono piñita; o sea que el
otro retoño ya no iba a venir por Sagasti; el 24 me levanté temprano para
realizar mis prácticas, mañaneras, la medida de la presión recuerden, insisto; estaba
caminando por el jardín y encontré un gato, de color negro el felino, fui a
traer la escoba para espantarlo; porque estos gatos techeros son medios
salvajes, te pueden arañar y ahora no hay vacunas para nada, está en manos del
Congreso nos jodimos, al momento que le iba a dar un escobazo, escuché un grito
en la jungla que era de mi hija; ¡NO!!!!…. ese es mi gato; se me cayó la escoba
y el gato dio un aullido feroz y se subió a un árbol, al momento apareció un
perro que ladraba como desquiciado al gato; mi hija comenzó a gritar agarren
ese perro, y salió mi hijo a controlar a su mascota; pucha era un demonium
tremus increíble y entonces el acabose se apareció otro gato, atigrado; la otra
mascota de mi hija, que perseguía al perro y detrás mi nieto que correteaba al
perro; se hizo un escándalo de la pitrimitri, y un vecino chismoso llamó a
serenazgo; y me tocaron la puerta para decirme que los vecinos se habían
quejado, que aparentemente había un abuso contra los animales de forma salvaje.
No deberían llamarse vecinos, sino chismosos.
Me tocaron la puerta como cobradores en último día;
tres camionetas de serenazgo con sus sirenas a todo dar; y una sarta de vecinos
chismosos, era mi oportunidad piñita; le bajé un billete de cien solifacios al
jefe y le dije lléveme detenido sin más preguntas; cómo funciona esa gasolina,
en el camino le dí cien solifacios más y le dije déjeme en la clínica en
emergencia; al toque me midieron la presión, tenía 18;queda me dijo la
buenamoza, la misma piñita; al toque me conseguí un papel y puse tengo seguro,
me lo pegué en el pecho y me dormí como un angelito, agarrado de la mano de la
internista.
Mis más sinceros agradecimientos a Silvestre Felipe
y Cheetara Priscilla mis nietos felinos y al Gran Rushi mi nieto perruno y a mi
nieto Nico; conseguí prisión preventiva por las fiestas. Nos vemos en enero. Chau.
Mis mejores deseos de paz y amor a toda la
promoción.
Cuarto 304.
Lucho Ludeña
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