domingo, 29 de enero de 2017

Luis Miguel-Romances Popurri en vivo-Medley-Full Hd

CRONICAS DE LUCHO LUDEÑA

Querido Piñita;
Yo no tengo nada contra Tacna (la heroica, he desfilado muchas veces como burócrata de nivelaje en su aniversario) y menos contra el negro Marcos tan simpático (que siempre para con dos botels de whiskeys); que debería aprender de su congénere zorro plateado así le dice su Michelle, al gran negro Obama y retirarse a la segunda oportunided, siguiendo la línea de color del poder.
Tenía que ser Gustavel Piñoris De la Mala Leche que nos de la noticia, de la reelección del negro(felicitaciones ya te caigo, para el vinagre y el picante oficial) no puede ser mi hermano; el año pasado el chino García nos motivó para ir al reencuentro al Callao y se fue para Tacna;(tu sabes lo que es fugarse de su casa para el reencuentro, a salto de mata, campo traviesa, rampeada caracol y saltar el  muro no el que está construyendo el gringacho de Trump con el Chapo; sino el del condominio de mi casiris);por estas razones creo que todavía el chino García; que se ha confirmado como sobrino del sargento García el del Zorro; por la panzueta adicional que luce, está suspendido del segundo plato en el  lomito.
Recuerda que no teníamos ni cartel mi hermano, y de estandarte usamos el fustán de la tía de la rompefilas; a las justas  terminamos en el Terrazas gracias a Coco Basurto; y otra gente de la Villetaje de la promo ; quiero hacer un pedido a tu persona como excelentísimo embajador plenipotenciario vitalicio y ad-honorem de la querida XIX(como los buenos cargos en el País); no permitaís que unos se vayan para allá y otros para acá como decía el genial y gran sabio Cantinflas; no dividaís todos a una sola causa(a la limeña) no jorobeís.
O todos nos vamos a Tacna o todos nos vamos al Callao; mi hermano lo solucionamos fácil, si decidimos irnos a Tacna; por nuestros contactos organizamos un paseo a Tacna en helicóptero(Mi-26 Ruso), salimos de la Escuela de cadetes en la Punta a las 8.30am,previo paseo por la isla San Lorenzo y La Palomino sobrevolaremos la zona cara al mar de las islas y luego enfilamos  la ruta hacia la Costa Verde y arrancamos para Tacna; los que estén interesados que se inscriban, rápidamente mi hermano; preferentemente uno que tenga helicóptero que es lo único que nos faltaría.
Un abrazo.
lucho
posdata;(sí los cojudos volaran en el Perú; no se vería el Sol: Sofocleto)




PASE A LA COFRADÍA PIÑEIROS
Estimado y querido piñita:
Después de un año de laburo como spartacus peruvian, tenía todo preparado para mi reunión anual en el lomito con la promo, separadito el ronsaco de reglamento, el billegas necesario para el taxi de ida y regreso, ya que con esto de la "flagrante", que proviene etimológicamente, del latín flagrans-flagrantis, participio presente del verbo flagrare, arder, en latín, significa lo que arde o resplandece, como el fuego o una llama. Y de ahí ha sido trasladado al derecho procesal penal como lo que acontece en el preciso momento y es percibido por quien se encuentra en el lugar en cuestión;(claro el tombiche); y por eso de lo  policial; los tombiches se han recontra doblados, mira como estará la cosa que la tombería se ha cambiado de “C” a “C”;¿qué cómo es eso?, pues mi hermano han pasado de vivir en Comas a las Casuarinas(ahora son vecinos de Muñoz, y otros compañeros…) con el billetín que recaudan más que los cojuriobas de la Sunat. La flagrancia se ha convertido en fragancia de billegas para la tombería; 1,900 solifacios mínimo por copa de trago, ojal al detalle.
Hablando de explicaciones, yo no entiendo al cojubasombrío, despide  y retira cabos, sargentos, coroneles, generales de la poli(siempre la pobre poli paga con estos cojudazos de la politiqué, estos costos son considerados hundidos, no van ahorrar ni michi; van a gastar más);y ha nombrado a dos hembritas generales, pero no son del cuerpo; aunque deben estar buenas porque son chiquiviejas de cuarentatitantas, son asimuladas, una es cirujana y la otra aboganster, o sea van al escritorio o al quirofáno, pero a la calle huiflas, o sea que los chorifuelas siguen de fiesta; mi hermano lobo ya nadie se acuerda del mayor Bazán perdido en acción, no le han dado ni medallita de olimpiada, y su viejo lo sigue buscando, esos shipibos son bravos mi hermano; sino mirabel lo que pasa en Cantagallo.
Tenía todos los permisos Pepito; de la dueña de la Jaula,(mi costilla de Adán) la fiera mayor y de las fierecillas del circo,(mis hijitas) con la incondicional, no la de Luis Miguel sino con tal que vaya y vuelva en taxi; visa americana por veinte años ahora que está más devaluada, que el Inti en épocas del panzón García, y hablando del susodicho, dicen las malas lenguas que lo han visto a Mulder por la clínica San Juan de Dios, con Galarreta como guía; ¿Por qué´?;mi brother; es que el perro Mulder puso sus manos al fuego por Alan y se le han quemado toditas por el caso  Odebrecht.
La última gran pendejada de los capitalistas latinoamericanos es el caso Odebrecht; algo me huele recontra mal; este análisis lo hizo un amigo en el internet y lo comparto al 100%: Es muy poco lo que han encontrado. 29 millones en más de diez años ni llegan a 3 millones al año. El total de contratos es alrededor de 12,000 millones, lo cual significaría que la coima es el 0.25% del total. Si los sobre precios en promedio han sido 30% significaría que Odebrecht pagaba 1 dólar para que les permitan robar 120 dólares. Es muy poco. Tendrían que ser muy pobre diablos los coimeros peruanos.
Esperemos que la fiscalía brasileña encuentre mucho más.

Piñita;
También contaba con la visa Schengen para todos los casos, y también tenía mi partido de fulbito en el club el Bosque, donde me encuentro con Huguito Heinicke y hacemos el balance de los que quedan; para el fulbito mi hermano, no lo otro no hay que ser mal pensados.
Martes 27,no era martes trece, por eso  entré a la cancha recontra confiado y allí cometí el primer error me puse a jugar de defensa, cuando lo mío es la laucha profesional para meter los goles, todo iba muy bien camaroneando en la defensa, pero antes de terminar el primer tiempo y último para mí, un enano en una jugada fortuita (no le creo ahora que lo agarre cuando regrese, lo voy hacer crecer como a Messi), me metió un patadón donde no cubre ni la canillera, ni la musculatura según el médico de emergencia de la Tezza, donde fui a parar con una pierna inflada por enano y la otra que parecía raquítica, claro al lado de la hinchada por acción de enano desleal, como tu comprenderás fue mi noche de reencuentro no con la promo sino con la emergencia de la clínica Tezza, que me ha convertido en esquimal casero;¿cómo es eso?, hielo, hielo y hielo noche y día, todo lo tengo congelado; hasta el aparato, no el reproductor genital sino el electrónico(ahora se dice móvil, smarphone o cualquier huevada que tenga chip),mi querido piñita no crees que ya tengo algunos méritos para entrar a la cofradía, de los Piñeiros.
Querido piñita, inmóvil y congelado, tuve que sacarle provecho a esta circunstancial situación; no rutinaria para el suscrito y aproveché la oportunidad para entrar al correo de la promo y descubro que la guerra con el Ecuador sigue vigente conchasuma… (para la promo);peor que el chavo del ocho; el tal generalote Chiabra, dice que ganamos, nuestros oficiales generales César y Jorge exponen sus puntos de vista, y hacen referencia que tienen conocimiento de la causa, mejor dicho conocen el caucau y el estofao ; Pepito Pajares con sus lentes trifocales también opina, claro civilmente de Miami con amor; nuestro miembro de la orden  piñita Yañez, también opina, pero a lo bonzo, siempre listo como los boys scout para meterla, hasta el fondo como rocoto relleno, ya sabes cómo sale; Ricardo(oficial de reserva, bien confidencial)  se va al Vraem a Mazamari; Estanislao George Coronado y Wong por otros mundos de  la capitalé; el hombre de Phoenix; George Lozano no entender castellano, estar jodido; los demás milicos chitón bocajarro con prudencia y nuestro Coronel eterno; Juan, no dice nada; todos opinan, pero si me causó sorpresa que nuestro Monín Rivera opine, yo creo con todo respeto que debe abstenerse, como debería abstenerse Mulder del caso Lava Jato; por cuestión de orden y filiación genética según Leonidas Yerovi; de Monos y Monadas. Salvo mejor parecer. Sin Piccadilly Circus Pepín.
 Las guerras traen desarrollo tecnológico y científico para la humanidad; pero el costo es bien alto, es inhumano; Yo.
La paz sea con vosotros mis hermanos, sobretodo con esa miraflorina que la seguí por toda la avenida La Paz, porque le quería dar un abrazo por la Paz, y por su cuerpazo y no seías mal pensados, solamente un abraccho con su bechitto. Con el perdón del padre Omar.
Lucho


sábado, 28 de enero de 2017

El coronel y el corneta


mendoza-rodolfo-16
tombitocmlp16@yahoo.es

EL CORONEL DIRECTOR Y EL CORNETA DEL GLORIOSO CMLP
1corrnet
                                           
Lo mismo que todas las noches a las 21:00 horas, el viejo corneta –soldado del ejército peruano– efectuaba el toque de silencio. Era la noche anterior que empezara el derrumbe de toda la vieja infraestructura del Colegio Militar Leoncio Prado. Mientras sostenía su corneta y apretaba sus labios para soltar el sonido que anunciaba el término de todas las actividades cotidianas, miraba a su alrededor, y veía las cuadras de quinto año “Dullio Poggi”; ya no más el caminar de los cadetes, el corretear por las escaleras, bajando para la formación de todas las mañanas, tampoco se verían más las formaciones de las “vacas”, cuando el capitán jefe de año requería dar instrucciones para las marchas de campaña de todos los días sábados y autorizar la salida de paseo de cada semana. El triste sonar de la corneta se incrustaba muy dentro del corazón del soldado. Miraba, entonces, el tradicional estadio, el cual ya no sería el mismo para las prácticas del fútbol, que tanta gloria dieron al querido colegio militar. Ya no serían las mismas pistas atléticas donde grandes atletas como Luis Huarcaya, Gerardo Di Tolla, Roberto Abugattás, Alfredo Deza, Oscar Canqui, Luis Arbulú y tantos otros campeones que nacieron en la vieja pista y que dieron triunfos gloriosos a sus promociones y a su querida alma mater, así como a nuestro amado Perú.
2corrnet                       
No pudo dejar de escapar algunas lágrimas de nostalgia y amor a todo lo que representaba para él, las instalaciones que guardaban los cuatro viejos muros que ahora verían nacer un nuevo Colegio Militar Leoncio Prado. Limpió su corneta, la llevó al Detall, la guardo, no sin antes darle un beso cariñoso. Limpió sus borceguíes, se acomodó la corbata, la cristina y el capotín. Caminó rumbo a las aulas y se detuvo en la Capilla del colegio, oró con mucha devoción:
“Señor, Dios del universo, del cielo y la tierra, te pido perdón por mis pecados y ruego a ti padre celestial que todos los excadetes del amado Colegio Militar Leoncio Prado, puedan a base de sus esfuerzos lograr sus sueños, conseguir ser profesionales, técnicos, empresarios, y en cualquier campo que ellos escojan. Ilumínalos para que sigan el buen camino, guíalos por el sendero del amor y la paz. Acepta mis ruegos para que ellos, mis queridos cadetes, llenen de gloria al CMLP y engrandezcan nuestro querido Perú. He tocado el último Silencio, mi corneta quedará guardada hasta el día que tenga que ir a Tu lado. Me llevo el más hermoso recuerdo de haber compartido con adolescentes que iban convirtiéndose en una juventud pujante, que se iniciaron bajo las duras tradiciones de su nuevo centro de estudios, y que fueron aprendiendo lo que significa: el compañerismo, la lealtad, solidaridad y,  sobre todo, el amor a la patria. Ellos, serán siempre la mejor experiencia de mi vida. Amén”
   3corrnet4corrnet
5corrnet
                       Cadete Monitor David Ojeda Parra y compañeros de la XXXV CMLP                            

                  
El viejo Corneta, soldado de profesión, se levantó entonces y abrigándose con las solapas del capotín verde, metió sus manos en sus bolsillos y siguió su nostálgico caminar. Una fría brisa marina le escarapeló el cuerpo, prendió entonces un cigarrillo y se dirigió a las viejas aulas que ya se encontraban clausuradas y pateando las vallas de madera, ingresó a las aulas de tercer año y recordó cuando en las noches los novatos cadetes, todavía sorprendidos y con un comprensible temor a las viejas tradiciones, se juntaban en grupos y comentaban sus nuevas experiencias de estudiantes-militares. También recordaba, a los emocionados “chivos” cuando se ingeniaban para hacer cuadrar a los “canes” y comenzar a ejercer su grado de cadetes superiores. Además, sonreía al ver con los ojos de sus recuerdos, a las reposadas “vacas” impidiendo el abuso de los cadetes de cuarto. Ellos ya eran los técnicos del CMLP y por lo tanto, iniciaban la tradición de ser ejemplos de disciplina y amor a nuestra querida alma mater. Ese era uno de sus más bellos recuerdos de su vida en el colegio militar. Ingresó a un aula y creyó escuchar el sonar de carpetas, el sonido de unión de tacos de borceguíes y un fuerte ¡Atención! del cadete brigadier del aula. Se paseó de una lado a otro, miró en su soñar a sus cadetes y se dijo para si “esta vez he sentido la demostración de disciplina y respeto militar para un viejo soldado corneta del CMLP”.
6corrnet7corrnet
Continuó su triste paseo y llegó a la Siberia y recordó a grandes cadetes como Dullio Poggi, Alberto Terry, Manuel Scorza, Roberto Abugattás, Alfredo Deza, Oscar Canqui, Luis Arbulú, Isaac Goldemberg, Guido Lombardi, César Hildebrandt, Luis Huarcaya, Carlos Garayar, Hernán Couturier, Richard Pitot, Luis Gonzales-Posada, César Martínez Uribe-Restrepo, Abilio Fox Calle, y tantos leonciopradinos que han destacado en diferentes ramas profesionales. Ser testigo, ahora en el transcurrir del tiempo, cómo aquellos jóvenes cadetes de uniforme beige, han podido a base de sus estudios, haber llegado a lograr sus hermosos sueños de grandes escritores, profesionales de prestigio, y militares que han ejercido la dirección general de nuestro amado CMLP. “Gracias Dios mío, por haberme permitido conocerlos y poder haber visto sus logros. Los vi correr para las formaciones, cuadrarse al izamiento de nuestra bandera peruana, desfilar en el patio central con los fusiles al hombro y con paso marcial. Gracias Dios mío”
– ¡Soldado, que hace usted metido en estas aulas clausuradas. No sabe que está prohibido!
– ¡Lo siento, mí coronel… es la nostalgia, permiso para retirarme!
– ¡Su nombre y grado!
–  ¡Soy… el corneta, mi coronel!
El director, Coronel E.P. David Ojeda Parra (XXXV-CMLP) – hoy General E.P. – sintió un punzón en su corazón. ¿Qué hacía, también él, en las viejas aulas que lo vieron sentarse en las ya inexistentes carpetas? Al tomar conocimiento del derrumbe general de la infraestructura de su querido colegio militar, lo había hecho quedarse hasta altas horas de la noche, por ese motivo sorprendió al corneta que al igual que él, lo abrumaba el dolor de ya no ver más al Cuartel Guardia Chalaca, que albergó por muchos años a los gloriosos cadetes del Colegio Militar Leoncio Prado. Y abrazando al viejo soldado, caminó con él y le dijo “esta era mi aula, aquí me formé en tercer año y mi sueño fue retornar algún día como Coronel-Director de mi alma mater.
–  Y su gran sueño, se cumplió mi coronel. Dios lo bendiga. Coronel, debo caminar a dos pasos atrás de usted…
–  No, no digas eso corneta. Hoy somos hermanos del mismo sufrimiento. Vamos, caminemos juntos…
          8corrnet
Coronel Director David Ojeda Parra al frente de la XXXV CMLP
El soldado y el coronel, caminaron llenos de emoción, recordando innumerables anécdotas, por todo el viejo colegio y sus nostalgias fueron amenguadas con la triste pero hermosa realidad, que ahora el CMLP sería un colegio moderno, con una infraestructura con todos los adelantos que mejorarían en todos los aspectos, para bien de las nuevas generaciones Leonciopradinas.
– ¿Sabes soldado? “Ya no estaré en el nuevo CMLP, pero estoy feliz de haber contribuido para que ahora podamos albergar y entregar a los nuevos cadetes un gran colegio, que seguirá formando a estudiantes, que nos llenarán de orgullo al verlos vestir el uniforme leonciopradino y verlos al final de sus tres años de estudios, preparados para los retos que deberán asumir para el orgullo de sus padres y el engrandecimiento de nuestra patria”.
Llegaron al pabellón central, saludaron la efigie de nuestro patrono, se abrazaron fuera de protocolo castrense y después del saludo militar de subordinado a superior, cada uno tomó su rumbo. Uno, subió a su vehículo y tomó el camino de la puerta principal, el otro se dirigió a su cuadra, pero los dos sentían la misma emoción de haber visto por última vez, con amor y orgullo, al viejo e inolvidable… Colegio Militar Leoncio Prado.

A los cadetes de la XIX CMLP


villavicencio-19
EL FIN DE LA JORNADA
Cadete de la 19 Promoción
pepe1pepe2
Hace tres años ingresaste a nuestro Colegio, portando tu alforja llena de románticos fervores: A pesar de tus años de adolescente, ¡quince abriles de la vida! habías hecho una promesa: formarte hombre, muy hombre, y nutrirte del “patriotismo que se siente y que se vive  junto al héroe Leoncio Prado. Escogiste un Colegio de disciplina militar. Marcaste el paso hacia un gran ideál: ser un hombre de carácter. Hermosa selección la que tú mismo impusiste a tu corazón de muchacho. Y han transcurrido tres años. Han pasado muchas horas de lluvia y de sol por tu frente. Las levantadas en las mañanas frías y la guardia en las noches, oscuras, fueron recortando tu ilusión voluptuosa de vivir. Tuviste que imponerte silencio cuando querías reir con la carcajada sonora y fresca de tu edad. Esperaste siempre seis días para darle un beso a tu madre. Y sufriste agonías de cárcel cuando estuviste enamorado y tenías la perspectiva de una fiesta de rumbas y merengues, de alegrías y de sonrisas femeninas. Notas y trabajos fueron tajantes en su sanción. Tuviste que estudiar. Tuviste que trabajar. No había otra solución. Leoncio Prado es un camino sobrio de deberes. Tu ruta fue única: él deber por la disciplina militar. Y la disciplina, la cumpliste, en gran parte, por obediencia y por lealtad a tu palabra empeñada y a tu promesa filial. La jornada ha sido difícil áspera y grave la caminata. Pero ten presente, Cadete leonciopradino, que sólo así se esculpe una estatua de bronce, que sólo así se forja él hombre auténtico, hecho fuerza y hecho virtud. Tú no hubieras querido otra cosa. La debilidad, la complacencia, el engreimiento, hubiera sido tu vergüenza. La sensualidad de vivir engreído hubiera deshonrado tus propósitos marciales. La tolerancia te habría humillado. Los muchachos de energía, los jóvenes de coraje, les gusta la montaña alta y la pendiente rocosa.
Fueron tres años que estuviste con nosotros. Aprendiste a pensar. Aprendiste a luchar para superarte, y sobre todo, a amar a la Patria como pocos escolares de la República. ¿Has meditado?. ¿Qué colegio forma con más hondas raíces el sentimiento patriótico como lo hace tu Colegio Militar? Aquí aprendiste peruanidad. Desde él alba virgen de las mañanas, hasta las horas silenciosas de la noche, tu imagen ha sido la Bandera Bicolor, que es el espíritu de la Patria. Tus canciones, tus lemas, tus trabajos, tus desfiles, todo ha sido un culto perenne al Héroe de Huamachuco, que murió con gloría para dejarte dignidad histórica. En esta escuela de trabajo intenso, de rigor, de ejercicios y campañas militares, de vida austera sin contemplaciones, de estudio, de ejemplos marciales, has forjado las raíces de tu alma, las bases el acero de tu futura personalidad moral y social. Tu carácter ya tiene un sello de hombría y de señorío. Tu porvenir ya está más seguro. Hay en ti un hombre.
Ha terminado la jornada. Vas a partir a la gran escuela de la vida. A la escuela del mundo. A la lucha diaria, muchas veces sin cuartel. Ya recordarás las horas felices de tu adolescencia. Es justo, pues, que cuentes los minutos que te quedan en el colegio. Pero porque eres noble, yo estoy seguro que hay una generosa nostalgia en tu frente y un bondadoso recuerdo para todos tus jefes, Instructores y Maestros, que solo quisieron tu bien. Yo estoy seguro que los ojos de tu alma moza miran con respeto y reverencia al hogar que te ha forjado. Tú olvidas cualquier error. Tú olvidas cualquier injusticia, y todas las dificultades del camino. Al Perú, como a una madre buena, pero pobre, le cuesta vivir. Quién sabe hubo durezas en la jornada. Quién sabe, algunas veces no se supo comprenderte. Quién sabe tuviste muchas veces una lágrima escondida. Pero todo esto te ha retemplado. Ya no eres un escolar… Ya abriste la puerta grande y fuerte de la juventud. Ya empiezas a ser más libre en tus determinaciones. Ya  sabes lo que es la libertad puesto que ya sabes lo que es la obediencia, la disciplina, el orden. Tu vida ha adquirido un sentido clarividente. Ya tienes una idea y una imagen clara del hombre y de su destino. Se te ha enseñado que. él hombre para ser tal, para no verse frustrado frente al destino y al mundo, tiene que ser integral. No es suficiente un saber. Es indispensable un proceder digno. La inteligencia poco vale, si no está acompañada de carácter; y más todavía: de espíritu. El espíritu es grandeza de sentimientos. El espíritu es amor y bondad en todo y para todos.
Cadete: la etapa de la disciplina ya ha terminado. De hoy en adelante ya tú eres, en cierta forma, tu propio jefe. Pero por tus esfuerzos, por tu lucha, por tus sacrificios, todos estamos contentos. Tus padres están orgullosos. Tus hermanos pequeños contemplan tu ejemplo; y la Patria, a la cual todos nos’ debemos, se siente fuerte y feliz, porque ya tiene un nuevo hijo en tu saber y en tu hombría.
Cadete leonciopradino: con un abrazo de despedida, sólo puede decirte  tu Colegio Militar: ¡has cumplido con tu deber! ¡Dios te bendiga!

Mis recuerdos de 1959 en el CMLP



mendoza-rodolfo-16
Rodolfo Mendoza
  XVI CMLP
1-16
– ¡Rodolfo, son las 06:00 horas, me dijiste que te levante, que era importante para ti salir el día de hoy!
– Sí, gracias, mujer, gracias, ya me levanto.
Pude ver a la madre de mis hijos muy diligente sirviendo el vaso con jugo de naranja, la taza decafé pasado de todos los días, un plato con dos tostadas y queso para untar. Ya no era mi adorada Paola quien se encargaba todas las mañanas de atenderme en el desayuno; los dos nos sentíamos desolados, tristes, pero a la vez su recuerdo nos animaba a ser más unidos y así tratábamos de conseguirlo.
El dolor que sentía me hacía querer volver a vivir mis años más felices para calmar mis afligidos sentimientos y había decidido visitar mi querido colegio militar, donde tuve los tres años maravillosos de mi vida juvenil, y estoy seguro que también así lo sienten mis hermanos; hermanos de toda la vida con quienes compartí los más bellos y añorados años de estudiantes de la secundaria.
El mar parecía alegrarse de mi presencia, estaba parado en el acantilado frente a la nueva puerta principal del CMLP en la avenida Costanera y sus calmadas olas parecían saludarme de esa manera, con la calma silenciosa de su ir y venir acompasado al chocar y retirarse de las rocas que hoy existen en ese viejo lugar donde nosotros, los bravos soldados leonciopradinos, bajábamos para realizar nuestras marchas de campaña, todos los días sábados de cada semana.
– No es día de atención señor, pero siendo usted un excadete, haré una excepción y lo dejaré pasar, ya que quiere usted recordar sus grandes y hermosos días de leonciopradino… pase usted, señor.
– Gracias, suboficial, Dios lo premiará, por apoyar a este viejo cadete que quiere quizás, despedirse ya, de su alma mater.
2-16         
El pabellón central es el mismo de hace exactamente cincuenta y seis años, cuando adolescentes que anhelábamos vestir el uniforme del Leoncio Prado, llegábamos presurosos, entusiasmados, bien preparados académica y físicamente para postular al primer colegio militar de la República.
Viejo, con los mismos colores pero completamente descuidado por lo peligroso de ingresar a sus instalaciones, permanece nuestro Pabellón Central, otrora esplendoroso edificio administrativo.
Recordé cuando por primera vez vine acompañado de la Tinita, mi madre, para presentar mis documentos y pude ver cómo un candidato para monitor se cuadraba ante su superior y eso me hizo sentir una emoción que embargaba mi corazón, acrecentando mi anhelo de ser un leonciopradino.
Miré a mi izquierda y derecha y ya no existen esas instalaciones por las cuales recorríamos todos los días en la mañana, en la tarde y en la noche. Todo es moderno ahora, todo es reluciente y con un color diferente a nuestros gloriosos años, a nuestros inolvidables momentos en que supimos aprender de nuestros cadetes superiores, los aspirantes y técnicos de cuarto y quinto año, quienes se diferenciaban de los de tercer año por las caponas granates y negras a diferencia de las celestes de los nuevos ingresantes; en ese año inolvidable, en ese año maravilloso para nosotros los componentes de la Décima sexta promoción del Colegio Militar Leoncio Prado.
Sentí nuevamente ese agudo dolor en el pecho y esa falta de respiración, pero me acordé cuando en ese primer día en el mes de marzo de 1959, después de haber  recibido todos nosotros, los uniformes de aula, los borceguíes y prendas de cama, nos hicieron salir de nuestras cuadras y nos hicieron formar para…
– ¡Perros, hoy se acabaron los mimos de mamá y los consentimientos de papá! ¡Hoy, empiezan ustedes a convertirse en verdaderos hombres, espero que así sea, pero lo veo difícil, no sé cómo han podido ingresar!… ¡Cuadrarse, carajo!
Cada uno de nosotros se sentía herido en su amor propio, y eso es lo que buscaban nuestros monitores, eso querían, que nos picáramos y comenzáramos a demostrarnos a nosotros mismos que sí podíamos convertirnos en verdaderos cadetes del CMLP, a eso habíamos llegado; habíamos decidido convertirnos: en la mejor promoción del primer colegio militar del Perú.                        
Cerraba mis ojos y volvía a ver a todo el tercer año marchando con los uniformes nuevos que nos identificaban, como los nuevos perros del CMLP. Volvía a ver al cabezón Benavides cargoseando al compañero de adelante, al flaco Deza, fregando la pita a O´Hara, su “yunta” desde novato.
Incomparable la seriedad y firme decisión de marchar disciplinadamente de: Pizarro, Wong, Akamine, Olaechea, Linderman, Teddy, Llontop, Chacón y Mojovich, quien apenas podía levantar la pierna al paso de desfile, claro era muy chiquito todavía. Mi nostalgia, el dolor en el pecho y tristeza personal, entonces, se calmaban al recordar esos lindos y memorables momentos que pasamos toda la dieciséis en nuestros inicios de leonciopradinos.
3-16          
El colegio interiormente parecía compartir mi añoranza, mis hermosos recuerdos y sentía al igual que yo una profunda tristeza al verse desolado, gris y en un silencio obligado por la salida de paseo de todo el batallón de cadetes por ser fin de semana. Volvía a envolverme la neblina eterna que se pasea siempre por toda la pista central y que nos hacía temblar de frío. Me parecía vernos saliendo del comedor rumbo a nuestras cuadras, momentos que aprovechaban los cadetes de cuarto para aprender su don de mando y aplicación de castigos físicos por no estar conformes con sus ordenes de ‘orden cerrado’. Sin embargo, los cadetes de quinto, aprovechaban esos momentos para que a algunos les cantemos canciones que les hacían recordar a sus enamoradas que los esperaban ansiosas cada salida de los sábados. Habían otros técnicos que demostraban su madurez, su verdadero rol de hermanos mayores y nos enseñaban el porqué deberíamos aprender a ser buenos cadetes. El prestigio de los leonciopradinos a nivel nacional e internacional se debía a eso, precisamente; ellos también habían adquirido esas enseñanzas de caballerosidad, de ser buenos compañeros de promoción, buenos estudiantes y, sobre todo ejemplos, de decencia, prestancia y caballerosidad por parte de sus superiores; así como desde las primeras promociones, por tradición, se iba delegando esa excelente representación leonciopradina de generación en generación a través de los años. La XIV CMLP, supo enseñarnos todo ese gran ejemplo de virtudes, y pudimos aprender sus enseñanzas que después supimos también aplicar en el nuevo tercer año, la XVIII promoción. Es por ello que en los Juegos Deportivos
Leonciopradinos y en todo tiempo y lugar en que se encuentran los leonciopradinos, se reciben muestras de cariño fraternal y apoyo decisivo en las expectativas de necesidades que tengamos los leonciopradinos.
Lo de perros, al ingresar al colegio militar es porque representamos al novato, al aprendiz de caballero cadete, al adolescente que se convertirá en hombre de provecho para lo cual será capaz de afrontar y dar soluciones a las distintas vicisitudes que superaremos en el colegio y que mañana más tarde afrontaremos en nuestras vidas.
4-16El pabellón Dullio Poggi -las cuadras de quinto año- no se podía pasar por su frente ya que era lugar sagrado, era el bastión principal de las vacas de 1961. Suspiré hondamente, en su lugar, hoy existe un anfiteatro donde siempre los excadetes nos tomamos las fotografías de rigor después del desfile del reencuentro. ¿Cuántas veces tendí camas en ese pabellón? Una sola vez, cuando ocurrió el bello gesto del Dante –el cadete Balleggi– Todos mis males corporales y espirituales, se calmaron, se esfumaron por esos dulces momentos al estar nuevamente en el año 1959, el año de las vacas de la catorce, el año de los monitores: Hans Peter Plogg Whener, Vega Boggio, Adhemar Sierralta, Busse, Cusatto, Verano Figallo, el año de los técnicos, Manuel Poggi, Rafael Goyzueta, Luis Maezono, José del Solar, Rómulo Palacios y otros. 1959, el año del nacimiento de una nueva promoción que se elevó a su gloria hace exactamente cincuenta y seis años. 
Siento que mi corazón se agobia, quizás por la tristeza o quizás por la emoción que siento al recordar esos años tan maravillosos. Sigo adelante y recuerdo el comedor en sus horas de atendernos con suculentos platos que se preparaban en esos tiempos y cuyas horas de atención servían, también, para recibir enseñanzas positivas de parte de los jefes de mesa, quienes sabían por sus antecesores que así debía ser, había madurez en los cadetes de quinto año y eso nos hizo aprender a ser formales en nuestros actos personales. El Colegio Militar Leoncio Prado tiene diversidad de tradiciones que ayudan al adolescente ir creciendo en cultura, en fortalecimiento del carácter y, porque no decirlo, asimismo en aprender a ser sagaz, lo que redundará en su futura vida de hombre maduro. Se aprende a dar soluciones en diversidad de formas los problemas que se irán presentando como estudiante, como persona común y corriente y también como profesional. Nada será imposible, todo tendrá sus soluciones, nada se opondrá a seguir adelante con Disciplina, Moralidad y Trabajo.
5-16
Recordar 1959, es volver a estar con los técnicos de la décima cuarta promoción, ellos nos elevaron el yo personal, que nos hicieron ser responsables de nuestros actos, también aprendimos de ellos a ser magnánimos, aplicando la bondad de nuestros corazones, creyentes de un Dios superior que nos ama sobre todas las cosas. Fui despidiéndome de cada rincón imaginario de los años de mi vida estudiantil, no son los mismos edificios, pero se siente aún sus olores, su calor, su palpitar porque son lugares donde acrecentamos nuestro saber y sobre todo nuestros sentimientos de grandes leonciopradinos.
Agradecí al suboficial por su gentileza de hacerme pasar a mi alma mater. Ya se habían esfumado los  malestares, la tristeza, la emoción de volver a recorrer mis pasos en el CMLP. Ahora sentía una profunda alegría de saber que mi querido centro educativo seguía siendo el mismo en preparar a jóvenes que serán los que engrandecerán a nuestra patria. Compré un ramo de rosas, las besé y las arrojé al mar de la costanera en señal que el Tombito de la Dieciséis, era feliz por haber logrado junto con sus hermanos de promoción, seguir siendo, los caballeros cadetes… del Colegio Militar Leoncio Prado.
    ¡Seguiremos brillando siempre, como, azul hoguera!

La Fuga, de Elías Hasbum (XVII)


La Fuga, de Elías Hasbum (XVII)
villavicencio 19
José Luis ‘Pepelucho’ Villavicencio XIX CMLP
Terminé de leer  “LA FUGA”, novela de Elias Hasbum de la XVII promoción que narra en forma novelada hechos que ocurrieron en el segundo semestre de 1962.Tal como lo dice Marco Paredes en el prólogo son hechos novelados de lo que vivieron  tres cadetes de la XVII.
Ese año fue muy trascendente en mi vida. Logre mi sueño de ingresar al famoso Colegio Militar Leoncio Prado y vivía todo lo que había leído y había escuchado del Colegio Militar Leoncio Prado. Es que desde pequeño tuve oportunidad de escuchar en directo las anécdotas de tan famoso colegio y en los colegios donde estuve leía libros editados en la imprenta del CMLP ya mi sueño se convirtió en casi una obsesión.
Como ya lo escribí hace más de veinte años en alguna crónica, nos internamos con una ilusión tremenda. Estaba en la octava con hermanos extraordinarios (menos uno jajaja) y los primeros días me prive de esos inolvidables momentos porque al amanecer de la primera noche me dio tortícolis y me metieron a la enfermería quince días. Allí me sacaron la mugre con el cuello torcido. Eso recordábamos con Quique Bissetti en nuestras noches de tertulias de los martes. A el no lo tocaban porque tenia amigos en todas las tiendas.
De la XVII aprendí muchísimo. Como prácticamente el cole era mi segundo hogar porque si bien vine de Chiclayo ya mis padres estaban en el Cusco y solo tenía a mis padrinos quienes eran mis apoderados. 
Veia a cada uno de mis monitores y sus compañeros como figuras imponentes (no impotentes) porque eran grandazos y fornidos y no siempre abusivos. Nuestros monitores eran como unos hermanos mayores. Siempre tuve oportunidad de estar cerca ya sea en la banda o cuando me quedaba voluntario los fines de semana.
C:\Users\José\Pictures\FORJADORES.jpg
D:\Mis Documentos\JLAVA\XIX\Escritos\1964 nuestros forjadores.jpg
Es por ello que al terminar de leer el libro me trajo a la memoria esos tiempos. El SO Castillo, siempre paraba serio y era muy exigente. No era nuestro SO pero lo veía en los momentos del dia a dia. Y lo veía admirado porque su hijo era el “Brigadier General de la XVII”. Me preguntaba que orgulloso se debía sentir tenerlo allí y a mi técnico saber que gracias al esfuerzo de su padre iba a llegar alto xq sus amigos decían que era superinteligente. Sabiendo que era muy sencillo pese  a su seriedad. Estando en una ocasión de imaginaria me puse a conversar con él un buen rato.Era afable y cuando recordaba cosas de lo que le decían se reia haciendo mas una mueca que una sonrisa. Siempre decía que..” en la vida debes ser derecho, correcto y hacer las cosas bien. Teniendo esos valores y la disciplina todo te ira muy bien..” me decía.
Lo miraba mientras hablaba y sentía que el podía mostrarse orgulloso de su labor de padre porque su hijo era notable, inteligente y líder.
Sin embargo me entro una desazón tremenda cuando nos comunicaron que daban de baja a los tres que habían viajado a la sierra y nombraban a un nuevo brigadier general el ahora gran médico …... Lo único que pensé fue en el papá Castillo. Cómo debió sentirse al saber eso. Lo busque con la mirada en un momento y lo vi serio, siempre adusto y siguió con su vida sin demostrar nada de lo que sentía.
fug4
Vladimir Gayoso es nombrado brigadier general
Siempre me quede con esa vivencias de esa época y que reflejan que muchos actos solo serán entendidas por sus actores.
Siempre me pregunte que fue de sus vidas hasta que llegaron estos libros. 
Más aún cuando Lucho Cuadra narra en su libro “LA GLORIOSA”  su encuentro con el Brigadier Castillo.
… “ Con motivo de esas fiestas visité a varios compañeros. Había uno muy especial que no fue a nuestro internamiento. Conseguí su dirección y fui con ilusión y curiosidad a buscarlo. Era nuestro querido "Cholo" Castillo que se escapó (tiró contra) del colegio. Me encontré con que era director de un hospital, catedrático, asesor del Ministerio de Salud y, sobre todo, un excelente médico y mejor amigo. Lo visité en su despacho y di como referencia ser un compañero del colegio militar. A la espera de ser recibido, pensé que me daría cita para una próxima fecha, pero no fue así. Su secre-taria me dijo: 
Señor, el doctor le ruega que espere un momento., Lo va atender. 
¡Ese era mi cholo, mi compañero! Los honores y el éxito no lo habían cambiado, seguía siendo el amigo bueno y educado de hace veinticinco años. Pasaron unos minutos y me recibió. Allí estaba él sentado en un amplio sofá de una elegante oficina. No había cambiado mucho, algunas canas en la sien, y lentes, que le daban una apariencia de seriedad y distinción. Con sonrisa afable y buena me dijo: 
- "Mío Loquito". ¡Cuánto gusto me da verte después de tantos años! 
¡Sí mi Brigadier General! - le dije - Han pasado veinticinco años... 
- No - me contestó - yo nunca fui Brigadier General, 
Simplemente un compañero. 
- Para mí - le dije - tú siempre serás nuestro Brigadier General. Y el orgullo de nuestra promoción, el cadete más distinguido que dejó el colegio, dándonos un ejemplo de coraje y coherencia con tus ideales. 
- Gracias mi querido compañero. Bueno, ¿a qué debo el honor de tu visita? 
- Mi querido doctor, vamos a celebrar nuestras bodas de plata y nuestro reencuentro. Esperamos tenerte con nosotros. 
Me miró con ternura. Calló un instante y luego me dijo: - ¿Y tú, a qué te dedicas? - Soy comunicador social. - O sea, chismoso - me dijo sonriendo 
- Mi querido doctor, siempre sorprendiéndonos. Para toda la promoción, tu promoción, nos quedó una honda pena y gran desconcierto al ver que los tres mejores cadetes se  escaparon del colegio. Tú el más distinguido, el más inteligente. Recuerdo cuando aún en tercero, el Coronel Salinas- nuestro Director-, te presentó como un ejemplo y desde el saque tomaste el primer puesto entre todos los cadetes. También recuerdo cuando a pulmón gritabas los resultados de las pruebas para salvar a tus compañeros, sin importarte el riesgo de ser expulsado. ¿Qué pasó doctor? Por qué te escapaste? 
- Compañero ese episodio de mi vida trato de olvidar siempre. Dejé el colegio y nunca más regresé, ni vi a mis compañeros, sabía que la mayoría no me entendería. Llegué a Lima desde un pueblito lejano de la sierra. Mi padre como bien sabes, era un humilde Sub-Oficial y la única forma de ingresar al colegio militar era con una beca. Estudié duro sin descanso, me preparé con el mayor esmero. Para mí, sólo servía ingresar con los primeros puestos, la suerte me acompañó y fui el primer sorprendido al entrar becado al colegio. Creía que los de la costa, que venían de buenos colegios, ingresarían en los primeros puestos. Ya en el colegio me propuse seguir estudiando con afán para no perder mi beca, porque la plata era lo que menos había en mi casa y a mi pobre viejo que era instructor en mi propio colegio no lo podía dejar mal. También quedé sorprendido cuando el Coronel me distinguió como él número uno de la promoción. 
Día a día me esforzaba estudiando y los golpes nunca me amilanaron, yo soy cholo y los golpes me fortalecen. Estaba acostumbrado a sufrir y sabía que era cuestión de tiempo, por que de "perro" pasaría a "chivo" y los sufrimientos disminuirían. Con un grupo de compañeros que gustábamos del estudio, nos unimos en esa sana costumbre de la lectura, reflexionábamos sobre lo que leíamos, conocimos a Vallejo que lo sentíamos como algo propio, luego Arguedas, Mariátegui, etc. En esos días, la corriente Izquierdista estaba en boga, la revolución cubana, el Che Guevara, etc. Todos hablaban lo que nosotros sentíamos en carne propia, nuestro pueblo miserable, pobre y sin esperanza. En la sierra ya había vivido uno y mil abusos. Así es que nos fuimos solidarizando con esta forma de pensar y sentir. Leíamos a Marx, Lenin, Haya de la Torre, y también a un ex - cadete, Manuel Scorza. Ya en cuarto, se dieron unas elecciones en joda y ganó Marx ..¿Te acuerdas? 
- Claro, cómo no me voy acordar. 
Alli se dio, el quiebre. Empezó a  ponerse de moda la pituquería, y poco a poco se fué perdiendo lo que más nos unía: la igualdad, la humildad. Y sobre todo, lo que hizo de este colegio algo grande: Su fraternidad. Se me empezó a cuestionar por cholo, por pobre; el grupito de La Punta y el Capitán de año, me empezaron a hostilizar. Incluso ustedes, los de la orquesta, le dieron toda la importancia a las fiestas de pre- promo y las matinales; el estudio y la disciplina, pasaron a segundo plano. A nosotros, ni nos invitaban a las fiestas y finalmente nos pusieron entre la espada y la pared, nos acusaron de comunistas. En el colegio estábamos de más, teníamos todo en contra. Fue, mi querido compañero, otro golpe de los militares. Al colegio ya no tenía nada que aportar, era un estorbo, una incomodidad. Entonces, tomé la determinación de unirme a la guerrilla en el Cuzco. Allí, fuimos dos: Marcial y yo, Muñoz se fue al convento de Ocopa, en Huancayo. Lo que más me dolió fue el duro golpe que recibió mi pobre viejo, entró en desgracia, no me pudo entender. Solamente los años y mi dedicación, lograron que me perdone. Pero, en mi conciencia este suceso no me avergüenza. Al contrario, me satisface, que siendo un joven soñador, fuese consecuente con mis ideas,  con mis aspiraciones de justicia social a la que aspiro. Esperó que nuestra gente, en su tierra, viva dignamente y que ser Peruano en el Perú, no sea desventaja, yo sigo siendo Cholo y con suerte y esfuerzo, puedo ayudar curando tantas dolencias. 
- Pero, mi querido doctor, ¿Qué pasó con la guerrilla? 
- Estuve durante un año luchando. Todos éramos unos románticos, unos soñadores. Era una guerra limpia. Allí estaba Javier Heraud. Nosotros no éramos terroristas, no matábamos a civiles. Eran los militares contra nosotros, los guerrilleros. Cayeron casi todos, nos vencieron y pude salir milagrosamente con vida: Después los militares dejaron el poder y ya se pudo libremente opinar y luchar con las armas democráticas. Además, pesó mucho el dolor que yo le causaba a mi familia. Entonces regresé al estudio, ingresé a la Facultad de Medicina, y el resto es historia simple.
 Lo triste de la guerrilla fue que no terminó, nunca logramos que el gobierno entendiera que sólo con justicia social se resolvía el gran problema. ¿Ya ves? Luego, vino lo peor, el terrorismo con toda su crueldad. Si en la guerrilla de los sesenta se hubiesen tomado las medidas correctivas, no hubiéramos sufrido estos años de dura lucha, de terror. Eso me apena. Pero, a mí- le dije - me alegra verte realizado. Sigues siendo el mejor. Esperamos verte el día del reencuentro. 
- Yo ya tuve mi reencuentro. La vida te da muchas sorpresas, como dice la salsa, muchas sorpresas te da la vida. Un buen día me llamaron para examinar a una persona muy importante. Y dar mi diagnóstico, casi en secreto. ¿Sabes quién era el personaje? i"Alfy"! El hombre en esos momentos más cuestionado. Mi informe daría con él en el hospital o en la cárcel. Terminó en el hospital. De allí, lo mandaron a un cuartel en Pueblo Libre, donde también encontró compañeros del colegio que lo ayudaron. 
- ¿Tú lo ayudaste? ¿Después de lo que te hizo?, No jodas. 
- Así es, mi querido amigo, y es otra de las cosas que doy gracias a Dios por haberme permitido esto, y perdonar. 
- ¿Tú crees en Dios? 
- Los años, mi querido compañero, y todo lo que se vive. Yo, que trabajo con la vida y la muerte, veo tantos milagros a diario, cómo no voy a creer, ¡claro que creo¡Comprendo a "Alfy", él es más extranjero que peruano. No se le puede pedir que ame lo nuestro, cuando él no es ni siente como peruano. Es un comerciante, su mundo es el negocio, el dinero y los negocios, son negocios. No comparto lo suyo, pero sí lo entiendo y me apena su fin, vilipendiado y solo.
 - ¿Y sigues creyendo en la lucha armada?- Le pregunté. 
- Todo tiene su época y su forma. Como médico, lucho por la vida y no tendría sentido matar. Hay que respetar la vida sobre todo, es un principio fundamental. Pero también hay que luchar por la vida digna y justa de los pobres, que en el Perú son la mayoría. Esa debe ser la prioridad del gobierno para no verse nuevamente envuelto en una lucha más cruel por la fuerza de la necesidad. La delincuencia también es una respuesta a tanta miseria y abandono. Hay mucho, hermano, mucho por hacer. ¡Ahora! Mañana, es tarde. 
- Hablando de tarde, nos ha ganado el tiempo. Me voy, con la alegría de haberme encontrado con una gran persona, un gran médico y amigo, esperamos verte con más frecuencia. 
- Así es, mi querido loquito. Mucha suerte también para ti y para todos los compañeros, ¡i nos estamos viendo! Se puso de pie y me hizo el saludo militar, que yo respondí. ….”
Siempre la vida nos regala vivencias que nos hacen viajar en el tiempo y  retroalimentan nuestras emociones.
Pepelucho
Abril 2016
D:\DE LA PC CASA\PAPA\Jlava\CMLP\XVII\IMG_3154.JPG

fug5fug6
C:\Users\José\Pictures\articulo fuga.jpg Abril 2016


https://youtu.be/d3sp5gNqcRc   REENCUENTRO 2011 -LA XVII RECIBE EL ESTANDARTE

https://youtu.be/aBhQ7VmC9YQ REENCUENTRO 2012
https://youtu.be/0RYgXjYXOjQ  REENCUENTRO 2012



Hace poco coordinando con Enrique Parodi sobre las fotos para el libro de Brillante s de la A.L. me comentó que no podía faltar la foto que a continuación se muestra



Es que el dia en que sale la orden dando de baja a su Brigadier General toda la XVII en señal de protesta se fue al estadio e hicieron un plantón. FOTO HISTORICA