Qué emocionante es para nosotros, el día de la incorporación al 3er. Año en el Colegio Militar Leoncio Prado. Suenan los silbatos, se sienten los gritos de los oficiales y monitores, toda la nueva promoción se despide de sus familiares y al paso ligero corre sin control y se juntan tropezando unos contra otros, nos miramos y sonreímos sin conocernos aún. Inolvidable primera formación oficial en nuestra alma mater.“Ya comienza, ya comienza” se dice cada novato.
– ¡Cuadrarse, no se mueva, mire la nuca del compañero de adelante!
Emoción, orgullo, un gran sentimiento de amistad que ya empieza, que ya llega entre nosotros los novatos, los perros del año aquel en que se inicia una hermosa amistad y gran hermandad que va creciendo poco a poco y que jamás dejará de existir. “Ya soy un cadete del Leoncio Prado, gracias Dios”, se dice a sí mismo cada uno de los nuevos cadetes, que empezamos a formarnos militarmente.
Cada cuadra se va llenando de una gran amistad, la misma que durante los tres años de convivencia va creciendo, como crecemos física y espiritualmente, llenándonos de conocimientos académicos y sabiduría con las enseñanzas de nuestros instructores y profesores. Nostalgias familiares, falta de preparación escolar, dudas en una posible equivocada vocación, son amenguadas con los apoyos espirituales del compañero de cama, de aula, de la mesa del comedor y de los turnos de imaginaria, todo ello aumenta nuestra gran hermandad.
Vamos aprendiendo a ser psicoanalistas, lo que se desarrolla más cuando ejercemos los cargos de brigadieres de sección y como monitores de cada año de estudios. Son los buenos ejemplos de cadetes superiores en disciplina, carácter militar, logros de cordones de distinción, los que nos van haciendo crecer como estudiantes y soldados castrenses, eso no se borra nunca jamás, perdura en el tiempo, en los años venideros después de estar consagrados profesionalmente.
La experiencia en nuestra alma mater es inigualable, única y diferente a cualquier colegio no militarizado. Después de egresados existen los líderes de cada promoción los que van encontrando la forma de lograr la continuación de esa vivencia, de esa gran hermandad y los ejemplos de cada promoción egresada son lo que van motivando a organizarnos debidamente y para ello contamos felizmente con nuestra Asociación Leonciopradina, donde todas la promociones se van reuniendo como al principio, como el día aquel de nuestra incorporación de cadetes de tercer año.
Como Jasón, para llegar a ser el rey de Tesalia, tiene que viajar en busca del vellocino de oro, se une con Castor, Peleo, Hiles, Hércules y otros héroes griegos, se embarcan y zarpan en el Argo, la nave que los llevará a la más significativa aventura por los mares de la Grecia antigua y a pesar de grandes dificultades en su búsqueda, son ayudados por la diosa Hera quien acude a Tritón, hijo de Poseidón para salvarlos de enemigos que van encontrando en su travesía, hasta que logran su cometido, obteniendo el vellocino de oro.
Así considero, dentro de mis sueños, que cada presidente de Junta Directiva y nosotros la tripulación de la gran aventura de navegar en el mar de la amistad, a base de entusiasmo y amor leonciopradino, seremos siempre apoyados por los héroes que siempre están presentes como Hércules, Peleo, Castor, Hiles, porque todo leonciopradino toma y va cediendo sus cargos para la continuación de nuestra promoción, hasta que logremos conseguir el vellocino de oro, que es lo que significa nuestra hermosa amistad que nos une, que nos hermana, que en su momento nos juntará nuevamente a todos y que cuando suene el pitazo final allá, en el cielo, volveremos a escuchar la Diana y gritaremos con fervor…¡PRESENTE!
¿Qué nos hace diferentes a nosotros los leonciopradinos en comparación de otros estudiantes? pues sin querer desmerecer a nadie, podemos afirmar que las vivencias, las que compartimos cada promoción desde nuestros inicios en el CMLP, nos van haciendo encontrar el más sublime y noble sentimiento de amistad. El uniforme de soldado de la patria nos hace aprender el significado de la igualdad, el juramento de defender con honor el arma que nos entrega el estado, nos hace amar verdaderamente a nuestra nación, el orgullo de lucir el cordón de distinguido y de honor, nos hace entender que nuestra dedicación a la parte académica es la única forma de lograr el éxito del mañana, los servicios de imaginaria y cuartelero logra que el cadete leonciopradino es responsable no solo del descanso sino además, de la seguridad y supervivencia del compañero de armas.
Qué importante ha sido aprender a organizarnos, el resultado es que en su momento cada promoción que egresa, acude siempre al grito de ¡REUNIÓN! Muchas veces se inicia con un grupo pequeño en los reencuentros y poco a poco vamos creciendo en entusiasmo y para ello es indudablemente importante el aporte de los líderes que siempre existirán y volvemos a abrazar a los hermanos que siempre estuvieron en nuestros hermosos recuerdos, elegimos a nuestras juntas directivas, nos constituimos y vamos alcanzando nuevamente la unión de nuestras promociones.
Cada Junta Directiva de promoción tiene la responsabilidad de organizar, de coordinar diversas actividades pero, sobre todo, de mantener viva la llama de nuestra hermandad y para ello mediante la tecnología moderna crea una página web y la comunicación es permanente, las noticias importantes son recibidas en los tiempos que se requieren. Todos y cada uno de sus miembros hacen una magnífica labor de equipo para engrandecer la presentación de su promoción en el reencuentro anual de todos los excadetes de nuestra alma mater.
Jasón y sus argonautas libraron peligrosas acciones guerreras para lograr el vellocino de oro, la guía que los motivaba era conseguirlo para que Jasón obtuviera un reino, sus hombres creían en él y entregaban sus vidas para que Zeus aprobara su deseo. Cada leonciopradino de nuestro colegio militar sabe que siempre tendrá su líder que llevará adelante la promoción, que no habrá gigantes mitológicos que podrán detener el buen rumbo, que siempre existirá Hera, la diosa que acudirá a Tritón para desafiar y eludir cuantos cantos de sirenas se interpongan por delante que, hábiles con los remos, acompañarán al gran capitán que sabrá dirigir la nave, anclando siempre en el puerto de la felicidad y la gran amistad.
Cada vez que los leonciopradinos elegimos a una nueva Junta Directiva de promoción, nuevamente sentimos muy dentro de nosotros, el toque de Diana, la marcha “Los peruanos pasan”, el silbato de los oficiales para formar, saludar y cuadrarse en atención, cuando toca el turno de darse el parte de asistencia del batallón de cadetes. Desfilamos organizadamente al comedor y participamos de un reconfortante alimento, pasamos a las aulas, el lugar sagrado de la parte académica donde nutrimos nuestro saber y sentimos en nuestros corazones el acompasado paso de desfile cuando marchamos por el Pabellón Central. Cada excadete tiene ya su propia vida, pero vuelve a vivir sus años hermosos e inolvidables, se reencuentra con sus grandes amigos y continúa siendo un caballero cadete del… Colegio Militar Leoncio Prado.
¡SEGUIREMOS BRILLANDO, SIEMPRE, COMO AZUL HOGUERA!
Rodolfo Mendoza
XVI CMLP
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