Cuando Gonzalo Casas Lazo llamó para un intercambio de ideas sobre un artículo publicado por el en la Gaceta ,sentí una profunda emoción. Y más aún , sabiendo que Armando Reátegui también de su promoción también estaría allí . No siempre uno tiene el honor de estar con dos leonciopradinos notables y de trayectoria profesional impecable. Gonzalo ,es egresado de su “escuelita” West Point y Armando ,de Annapolis nada más y nada menos.
Quedamos 10.30 en punto y allí estuvimos un poco antes. Buscando el local de la “Goleta Sacramento” veo a lo lejos dos figuras caminando lentamente y pensé: ellos son y me fui acercando. Efectivamente ellos era abrazados y sonriendo caminaban lentamente. Me quedé viéndolos un instante y gocé instantes de historias vivientes de la hermandad leonciopradina. Ellos se conocen hace 73 años y siguen juntos como si fuera ayer. Vimos a su promoción el dia del reencuentro van pocos pero van y desfilan con tremendo sentimiento y emoción como la primera vez.
Por esas cosas les tome una foto junto a un robusto árbol que tiene no sé cuantos años pero que esa imagen refleja, para mí, fortaleza a través del tiempo.
Es que ellos mantienen una lucidez y agilidad mental formidable que puede ser envidia de muchos. Frescos ,c on capacidad de alto analísis, bromistas y de buen humor. Pude conversar con ellos sobre “el Primer Eslabón de Oro” libro de Oscar Gómez Peralta sobre su promoción. Libro extraordinario que debía ser leído por todo joven leonciopradino porque no solo refleja la historia de la I sino que inicia un camino a seguir.
Adentro ya estaba tomando su café chino, perdón Kike Wong como siempre puntual. También acudieron David Soldevilla de la VI y Pepe Lucho Reaño Inchaustegui de la XVII. Que grata reunión ,tocando temas variados en relación con nuestro sentir leonciopradino. Cada uno participó activamente dando opiniones e ideas y nuevamente debo agradecer a la vida por momentos tan gratificantes como los de esta mañana. Es tener una reingeniería emocional y un seguir aprendiendo. Distintos enfoques generacionales y un mismo sentir leonciopradino.
Seguiremos con estas charlas enriquecedoras. Seguramente cada uno comentará esta reunión.
Al salir había una rock ola y les propuse una foto como para estar al tiempo. Risa general.
N os retiramos con un fuerte abrazo y cada cual se dirigió a la salida. Me acerco a Kike y le digo: Te levo?? No te preocupes me dice, me voy en mi carro. Sorprendido le digo: no te lo habían robado? , con su sonrisa enigmática me dice: “…cuando uno llega a esta parte del camino, todo puede pasar. Resulta que hace casi tres meses fui a realizar una gestión en el Banco de la Nación y deje el carro a espaldas del local. Seguramente por los trámites realizados, al salir fui a donde pensaba que estaba el carroo y no lo encontré. Lo busque dando varias vueltas y no lo encontré. Avise a los amigos, familiares etc. Más aun un promocional que era jefe de la DIROVE me ofreció su ayuda realizando las conexiones necesarias. Pasó el tiempo y nada. Casi compro un carro pero la operación se canceló. Después de casi dos meses de “perdido” mi carro recibo la llamada de la policía indicándome que mi carro había sido encontrado¡¡¡????..” comencé a reir de tan increíble historia. Kike continuó. “… lo más gracioso es que estaba donde lo deje, es decir al otro lado de donde lo buscaba. Estaba sucio por las hojas de los árboles encima, intacto y hasta con una puerta sin cerrar….” Nos reímos con muchas ganas de esa anécdota de vida y nos despedimos no sin antes abrazarlo con mucha emoción. Gran hermano Kike. A veces se pica pero lo respetamos aun cuando dice que no le cobre las fotos jajaja. Como si esas imágenes de vida que compartimos tuvieran precio. Como diría el chinito Jo : “eso no tiene plecio…”
Seguiremos hablando.
Pepelucho
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